Casillas puso una foto de su niño en Instagram y salió un iluminado que le dijo que lo tirara al agua a ver si flotaba. Muchos medios se congratularon de ver como Papa Casillas le llamaba al otro "hijo de la gran puta", que no es lo mejor pero es comprensible.
El Busta, ese que está casado con una que quiere ser el referente de la moda y las tendencias españolas a la sazón que un buen pelo pantene (vamos, lo que se llama ahora itgirl),se ha hecho un Casillas cuando alguien le ha dejado caer por ahí que hay una ley de proteccion del menor que recomienda que no pongas fotos de tus hijos en internet, no sea que haya por ahí un taiwanés (es un suponer) pelín pedófilo que se la pele mirando a los ojos de la niña, por ejemplo. "Hay que ser muy hija de la gran puta para poner ese comentario en una foto en la que sale mi hija", dijo Busta, el amante padre y esposo. Que digo yo que quizá eso de recordar que internet lo ve cualquiera no se merece este tipo de respuesta y que si te pones en internet es bastante lógico que no te digan siempre lo quieres oir.
Vamos, que me da lo mismo y que me da igual, pero me replanteo las fuentes culturales y de opinion que tiene el habitante medio. ¿por qué?. Porque Rihanna la ha liado en Twitter al pedir una Palestina libre. Claro , que lo de Palestina ya lo sabíamos los que leemos la prensa pero parece ser que más de uno de los (ojo) 36 millones de seguidores) no lo sabían y están más indignados que el peluquero de Pablo Iglesias. Resulta curioso esto de no leer prensa, no ver la información y creer que se tiene una concepción real del mundo porque lo dice Rihanna. Y quien dice Rihanna dice tambien esos que se indignan mucho porque lo ponen en su muro de facebook.
¿Qué mierda de referentes sociales quedan? ¿Shakira? ¿Los youtuber gritones que dicen tontadas? Las diez personas más seguidas en internet son, agárrense los machos, Kate perry, Justin Bieber, Barack Obama, lady gaga, Taylor Swift, Britney Spears, Rihanna, Justin Timberlake, Jennifer Lopez y Ellen DeGeneres (y su selfie). De ese Top Ten se ha caido, de culo por supuesto, Kim Kardashian (que todavía no se a qué se dedica).
Recuerdo oir la radio al desayunar, ver a mi padre con el periódico bajo el brazo y con las esquinas gastadas de leerlo. Ahora, antes de despertar, se alarga la mano y se mira el muro de facebook y las últimas cosas que pone ese mini universo que supone twitter donde, por supuesto, también hay información inteligente y veraz pero... pero parece que la mayoría ha desistido de buscarla. Los americanos y muchos españoles han demostrado saber más de la historia de Springfield y los Simpsons que de geografia y geopolítica. En el caso americano por desidia y en el español por repetición, al estilo príncipe de Bel Air o Verano Azul.
Nunca hubo más acceso a la información, nuca hubo más capacidad de contrastar datos, de poder estar al dia de las opiniones y razonamientos de premios nobel y de intelectuales de interés. En esta época que algunos llaman la "Edad Nespresso" en la que todo ha de ser rápido, con una sensación intensa y de consumo inmediato se ha despeñado una mayoría por el acantilado de la banalidad, por una portada tras otra del Pronto. Todo ello segmentado y controlado por google para no sacarnos de la sedación porque ¿aún queda alguien que navega con la barra de direcciones?.
Ganan los gatos, los hamsters con flores en el pelo y resulta que Beyonce o Justin Biener tienen suficiente influencia en la masa democrática como para establecer tendencias y derrocar paises con sus fans armados de twits. Porque a nadie le gusta ver cosas desagradables, a nadie le gusta que le lleven la contraria. Los tipos y las chicas que dicen a todo que si, que les parece estupendo, tienen mucho más éxito. Las páginas de humor facilón, las fotos de una famosa en pelotas. El culo de Beyoncé tiene más visitas que la columna diaria de un premio Pulitzer. Bustamante, pasandose por el forro la ley de protección de la infancia mientras su mujer se fotografía con un bikini pequeño y poniendo a disposición mundial esa imagen de familia más feliz que un chino atendiendo, quiere ser tu nueva referencia cultural. Ataca desde twitter, desde instagram y desde el canal Divinity, entre ese programa de novias americanas y unas mariposas.
Por Dios, por favor, hay que negarse a eso.
El sendero al lado oscuro no tiene camino de vuelta.
Estás loco chaval. Pero tú sabes con quién te estás metiendo. Busta, sabe kunfuuuú!!!!. Sigue escribiendo así, y cuando saques la vista del teclado lo primero y último que verás será su tercer puño una milésima de segundo antes de morir.
ResponderEliminarAhora en serio. Pretender que la mayoría, el rebaño, sea inteligente, sensato y bla bla bla, es tan antiguo como el hombre (y la hombra), es un sesgo evolutivo... viene el león, pues corremos todos juntos aunque sea hacia un acantilado... en plan Thelma & Louise pero sin música de fondo.
Buen artículo.
Estoy tan, tan de acuerdo... Siempre he pensado que la nueva forma de censura en nuestra época es propiciar la banalización poniendo todo en la misma escala de valores, invadir con datos, (que al abrumar en lugar de informar, desinforman), elevar a mediocres y hacer que el público les crea importantes. Ese es el opio del pueblo, el nuevo pan y circo. Nos han vuelto imbéciles y ya no hace falta prohibir nada, nosotros solitos consumimos nuestra ración de bodrios y nos ponemos anteojeras porque tener pensamientos inteligentes es bastante molesto. Nos merecemos todo lo que nos pasa y los que propician esto tienen impunidad absoluta porque lo importante está a nuestro alcance, solo que no queremos verlo. ¿Quién se lo va a reprochar y (menos aún) hacer que paguen por ello? Crimen perfecto: todos son inocentes. Y, mientras, el personal en la inopia.
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