25 de agosto de 2013

Tus fotos de vacaciones y la felicidad

Este es un mensaje para ti, para esa persona exhibicionista que llevas dentro y que pone continuamente las fotos de las playas, de las pantorrillas al sol o de las uñas de los pies. Es un mensaje para esa mierda de foto que crees original y te tiene haciendo que sujetas la torre inclinada de Pisa, agarrando la Torre Eiffel desde la punta, señalando al paisaje o sonriendo desde la piscina.

Te puedes meter las fotos por el orto.

Me importa una mierda donde hayas estado y si eres muy feliz. Me importa un cojón de pato si te has ido de fiesta y te has hecho esa foto grupal con las copas en la mano y la boca abierta, etiquetado en un grupo de esos que parece que hace una bienaventurada exaltación de la amistad. Me da igual lo que se vea desde tu habitación del hotel o el bucólico paisaje del pueblo de tus abuelos. No tengo ningún interés en la cara del extranjero de turno que se emborrachó contigo o si te tocó el culo al amanecer en una cala de Ibiza.

No quiero saber de tu intimidad.

Me pregunto qué es lo que buscas sacando tus trapos al aire de internet. Me pregunto si acaso crees que me interesa lo más mínimo los sitios por donde viajaste o las noches que pasaste en vela. Me dan igual tus siestas, tus atardeceres, tus carreteras perdidas o si te quedaste sin batería en el móvil. Sobre todo me aburre soberanamente esa felicidad absurda de postal setentera con la que me bombardeas cada día que enciendo el ordenador y te veo ahí, en una actualización, viendo cómo dices e insistes en que "te gusta" tu propia foto. Supongo que son vacaciones y estados de perfil masturbatorios. Yo, cuando me la toco, no lo publico en facebook. Cuando no lo hago, tampoco.

Algo noticiable es una cura para una enfermedad, un acuerdo entre dos enemigos que evitan algunas muertes  o un mal encaje de la naturaleza que nos recuerda que Dios no es bondadoso, pero no una foto tuya en bañador o el nombre de una calle que te haga gracia.

No hay nunca una foto decepcionante, un dia lluvioso, un desconsuelo veraniego. Nunca hay una mañana triste, una resaca dura, un amor abandonado como son los amores que te dejan con la temporada de baño. Nunca hay unas ganas de volver a casa, unas vacaciones no disfrutadas o un resquicio de cansancio.

Las fotos que pones son siempre felices y retocadas con el filtro de la felicidad, que debe de ser el más usado en instagram. Sucede lo mismo que con el filtro vintage o con el efecto licuar de photoshop: es mentira o una verdad a medias.

Las personas realmente felices no necesitan decírselo a los extraños que son sus amigos en Internet.


No hay facebook los días negros.

2 comentarios:

  1. No hay Facebook los días negros y amigos tampoco. En ese minuto se toma conciencia del falso mundo creado llenos de "me gusta".

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  2. Touché, a veces cuando dices tanta verdad junta asusta, pero también es veces que en muchas ocasiones parece que si los demás no saben que eres feliz que esa felicidad no tiene sentido. Muchas veces he pensado como tu, y en otras me he encontrado participando en la jugada, incoherencias de la vida.

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