En 1962 Solomon Asch demostró la facilidad con la que una persona tiende a imitar el comportamiento de la mayoría con un sencillo experimento en un ascensor. Lo que vino a explicar es que el ser humano, como otros seres del planeta, ha aprendido que seguir el comportamiento de la mayoría es una herramienta de supervivencia aunque la mayoria se comporte como una tremenda banda de soplagaitas.
Los españoles somos un buen ejemplo de ello.
Nos compramos los pisos y nos vestimos en Zara. Vimos gran hermano. Nos gustaron los coches grandes como si fuera una necesidad inversamente proporcional al tamaño de nuestros genitales. Algunas mujeres pasaron de ser Ana Obregón a Carrie Bradshow, aunque en la intimidad siguieran siendo Gracita Morales. Los hombres, al descubrir que George Michael era gay, no supimos si convertirnos en una mezcla de cantante de regetton sudamericano con gafas más pequeñas y BMW comprado en Alemania de cuarta mano o volvernos un perroflauta modernete con el que engañar al Alfredo Landa que corre por nuestras venas.
Las adolescentes quisieron ser Hanna Montana hasta que a la buena chica le salieron pechos y le circularon las hormonas y los niños, atormentados por la ESO y la LOAPA, volvieron al futbol, pero en la Playstation, que es mucho más cool y, como tiene botones, sus padres pensaron que se habían vuelto hackers y Zapatero pensó que eso les haría más listos, aunque fuera Badoo.
Ahora, el español medio, es un cadaver ambulante que pasa del vino al corto de cerveza con facilidad suprema. Se atormenta porque le dicen que la prima de riesgo sube o que la bolsa baja y ha aprendido que hay que criticar al rey, insultar a los políticos, decir que todo está fatal y agarrarse a los triunfos deportivos de otros como si eso fuera un soplo de aire para aguantar mientras las circunstancias le sodomizan.
Y ya me he cansado.
Me he cansado de no tener erecciones porque se supone que ese olorcillo a fracaso estatal atonta a mis espermatozoides. Me he aburrido de entrar en un bar con cara de apaleado o de quedarme quieto delante del mostrador de la carnicería babeando delante de una chuleta de esas que tienen dos dedos de gordura y mirarla de la misma forma que hace unos años miraba los Maserati. He decidido aprender a disfrutar de los abrazos que regalan los amigos mucho más que de vacaciones en algún resort al lado del Caribe donde me gritaba la publicidad que me merecía ir hace no mucho tiempo. Estoy harto de tanta depresión, de tanta pérdida de poder adquisitivo, de tanto analista político subyugado por un ERE.
Dicen que comportarse como la mayoría es algo innato al ser humano. Si eres español se supone que tienes que vivir en la ignominia, discutir con la novia por el interes del bono estatal a 10 años y volverte un imbecil futbolero que aclama a unos tipos que se han subido el sueldo un 25%. Se supone que te tienes que deprimir porque no vas a poder cambiar el coche, arrasar alguna tienda en rebajas y seguir con el ordenador, al menos, 3 años más. Se supone que la mayoría tiene que deprimirse y que eso es lo que debes de hacer como si el huracán de la miseria te fuera a arrastrar.
Y me niego.
Hoy, lo juro, tendré una erección antes de dormirme. Si me veo con ganas es probable que me la toque con los titulares deprimentes de mañana o con las declaraciones institucionales del gobierno, de la oposición o de algún iluminado nacionalista.
Cualquier cosa menos seguir siendo uno más en el ascensor en el que todos se empeñan en ponerse tristes mirando a la pared que es España.
Di que sí. Haces muy bien. Yo echo mucho en falta aquellos posts en los que me reía mucho.
ResponderEliminarAdelante (otro que mira para otro lado)
ya era hora: uprising (o algo así)de bob marley a la española. Solo falta el cannabis (que las erecciones, si son pa´na´son tonteria).
ResponderEliminarBuenisimo!estoy contigo...una excelente manera de defenderse de los demas,es procurar no parecerse a ellos.
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ResponderEliminarDi que si, este post es de los que me ha gustado de veras.
ResponderEliminarMejor es negarse a ser una oveja más de este estúpido rebaño y pensar por uno mismo, aprovechar nuestra singularidad y criterio propio.
Un saludo y ¡ánimo!
Pues no sé, creo que nos vendieron un producto muy bien vendido, ( coches, casas, vacaciones..) Porque no? quien tiene un negocio quiere vender y si para ello te tienen que contar que con 20.000 € vas a parecer una jovencita en un cuerpo de 60 pues nada, se dice y ya esta. Quien creyo que podia llevar un BMW, un piso, una segunda vivienda y lo que viniera bien? pues todo aquel que no viera que algún dia esto se iba al garete (como ha sucedido).
ResponderEliminarNo crei en un modelo social donde un peon de obra ( que lo fui ) ganaba el triple que un electricista ( que tambien lo fui ). Tampoco creo que la mayoria vean el futbol como una solucion, la prima de riesgo nos la sopla aunque decir que va por quinientos y pico nos hace parecer entendedores de sus repercusiones y sinceramente esperamos que algo o alguien haga que esto cambie. Como buena hormiguita que supo y sabe vivir dentro de sus posibilidades seguire disfrutando de lo poco que tengo y aunque se me cae la baba con unas vacaciones que sé no me puedo permitir, con eso me basta. ( sigues sembrao )Saludos.
Esto es BUENISIMO: como tiene botones, sus padres pensaron que se habían vuelto hackers.
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