Mi complejo de payaso

Existe un modelo en internet, que lo llaman 90-9-1, en el que el 1% de los usuarios generan contenidos, el 9% los comentan o los modifican y el 90% lo ven, como cuando las vacas se quedan mirando al tren.

En ese caso, como si fueran indignados, el 90% vive pasivamente lo que va sucediendo a su alrededor.

Lo que es cierto es que ese 1% (o incluso ese 10%) es, a posteriori, quien recibe las críticas, los insultos y en momentos excepcionales, los halagos.

Desconozco el motivo por el que alguno viva con la necesidad de ser el payaso al que le lanzan las tartas para el divertimento general. De la misma manera que en todos los grupos hay un ligón, un cerdo, un inconformista, un snob, un borracho y un tímido... en internet siempre hay un payaso que se pasa las horas en vela para divertir a los demás.

Aunque las nuevas tecnológias han convertido en sencillo aquella quimera de poderte expresar libremente crear contenidos es, a la larga y a la corta, un esfuerzo que muchos se han negado a realizar. Requiere constancia, alguna que otra noche en vela, más de una consulta al diccionario de la RAE, alguna idea previa y un momento de exploración como un conquistador a caballo por las selvas de decenas de páginas de referencia.

Sin embargo la satisfacción de un pequeño reconocimiento nunca suele ir de la mano de la verdad, de la calidad o del trabajo. Mis mejores posts nunca tuvieron éxito. (ni el 2011, ni el 2010, ni el 2009, ni el 2008)

Con los blogs e incluso con las frases ocurrentes que pones en las redes sociales pasa como con los plagios: que de algún sitio se supone que lo has robado. La sociedad 2.0 es la sociedad del corta y pega y precisamente eso de vivir en un mundo de ladrones hace que seas, presuntamente, uno más.

Cuando me preguntan el motivo por el que jamás he ligado en un bar siempre digo que es porque, aunque soy un tipo de una buena primera frase, me bloqueo con la segunda porque no quiero parecer vulgar y porque quiero que esa frase también sea mia. Mientras el 90% de los arquetipos suelen tener éxito, el 1% vive en la pesadumbre del desgaste que supone ser original.

El 0,7% de los usuarios suben videos a youtube que disfruta el 99,3% restante.

Unos son los payasos que aparecen en el video. Otros son los payasos que lo suben. Algunos payasos los comentan. Todos los demas se divierten.

Soy, desde hace años, el Ronald McDonald de un pequeño blog creyéndome el 1% que es, por definición, minoría en el mundo democrático.

En este caso hacer caso a la democracia es "emborregarse". Siempre me negué, pero sería más feliz porque me pasaría el tiempo riéndome de los demás mientras les señalo con el dedo.