19 de enero de 2011

Con la Agencia Española de Protección de Datos

En cierta ocasión descubrí, por arte de birlibirloque, que aquella mujer que me prometía amor incondicional había estado visitando a su ex novio en Pamplona porque al introducir su DNI en Google apareció en boletin oficial con varias multas a la salida de la capital Navarra. Tuve la fecha, la hora e incluso el importe de la multa.

Le di dos noticias, una buena y una mala. La mala es que tenia una deuda con la direccion de tráfico. La buena es que lo nuestro estaba terminado (no por la infidelidad, sino por la mentira).

En la lucha que mantiene Google contra la agencia española de proteccion de datos se enfrentan diferentes puntos de vista del mismo caso.

Por una parte la AEPD considera que algunos de los datos a los que Google da un acceso sencillo pueden ser especialmente privados. Ya no una infidelidad sino la consecución de una subvención por discapacidad, que te hicieron un análisis con un resultado algo preocupante, que una vez un tipo te denunció porque le robaste las manzanas de su huerto o que una novia despechada te acusó injustamente de abusos pueden ser datos que Google saca en el buscador si pones las palabras adecuadas.
Por otra parte Google, amparándose en el paradigma de la libertad de expresión, dice que si esos datos están ahí nadie le impide enlazarlo porque es responsabilidad de algún tercero ocultarlos por mucho que aparezcan en su buscador (y comercie con ellos). Google sabe que haberse convertido en El Gran Cotilla es lo que le da esa corona de rey en Internet.

Buscando con detenimiento puedes obtener información de cualquier persona porque siempre se dejan restos (migas virtuales) en internet. Puedo saber la dirección de su casa, el número de teléfono, lo que compró por eBay, su currículum, sus perfiles en webs de citas que activó una noche que se sentía sola, la nota de su tesis, los dias que va a su gimnasio e incluso, si ya me meto en facebook, el nombre de sus amigos y alguna foto de cuando una noche el vino sobrepasó los límites adecuados. Yo lo sé porque lo hice sin mucho esfuerzo.

Con la herramienta gratuíta de Google Analytics puedo saber cuando, donde, con qué sistema operativo, cuantas veces, cuando tiempo, desde que web, a cual web se fue, la resolución de tu pantalla y el navegador (entre otros datos) que estás usando ahora. En Alemania quieren que el uso de esta herramienta sea considerado ilegal de la misma forma que es chulo ver la casa de tu prima en Google Street View pero no te gusta que se vean tus calzoncillos colgados del tendal.

Cada vez que te sientas delante de tu ordenador google se queda parte de tus clicks. Ese es su negocio. Si quieres creerte el argumento de que la libertad de expresión en este litigio es exactamente lo mismo que poder salir a la calle a expresar tus ideas en un mundo libre te equivocas. Google considera que la libertad es poder hacer con tus datos lo que le de la gana sin preocuparse en que sean ciertos o falsos, nuevos o viejos. No encuentro ese significado en mi idea de la libertad, mucho menos la libertad de expresión. Demasiadas cosas en este mundo de las nuevas tecnologias sobrepasan límites que deberían de poner las instituciones que están para defendernos, reconócelo.

Obviamente en este caso estoy del lado de la AEPD, porque tiene razón.

Nadie te dice hacia donde van los clicks que haces por la noche.

Pd: facebook hace lo mismo mientras te crees que solo lo ven tus "amigos".

2 comentarios:

  1. Estoy convencido de que después de esto todos los que te hayan leído echarán mano en la cartera de su pareja para apuntar el D.N.I...

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  2. google es simple y llanamente una empresa con ánimo de lucro, y como tal, su objetivo es lucrarse.
    A partir de aquí podemos discutir si es lícito o no.
    Por cierto, ocultar una ip no es tan dificil...

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