18 de enero de 2011

Besos:1 - Sexo:0

Se llamaba Esther.
Fue en una sesión contínua de cine donde fuimos a pasar la tarde con un grupo de amigos.
Vimos "Fx, efectos mortales"
Y supo a dulce y a caliente. Supo a transgresión y a una pizca de maldad con unas gotas de verguenza.
Fue, según sea capaz de recordar, mi primer beso. Al menos el primero de verdad.
Ella ya había tenido novio. No se si hubo o no lengua.


Supongo que es cierto aquello que han publicado que afirma que el primer beso es mucho más importante que la pérdida de la virginidad y que el 90% de las personas son perfectamente capaces de recordar ese momento.

La primera vez que besas y te besan es uno de esos recuerdos que se quedan en tu mente y eres capaz de verlo con distancia y con la nostalgia de aquellos tiempos en los que todo era mucho más fácil y los dibujos animados eran en blanco y negro. Quizá, si lo comparamos con la pérdida de la virginidad, es su caracter tierno lo que lo hace tan importante y porque cuando hablamos de sexo con palabras mayores somos capaces de trivializarlo y de reconocer que aunque aquellos besos no te gustaban fuiste capaz de llevártela a la cama. Yo siempre he mantenido que es el olor el elemento primordial que convierte un fuck&go en una relación más o menos intensa. Siempre he recordado cómo más de una vez tuve que cambiar las sábanas cuando alguien de quien casi no recuerdo el nombre se marchaba o aquella vez, en el otro extremo de la balanza, en la que me sentí reconfortado, precisamente, porque la almohada aún olía a ella (y tardé dias en cambiarla). Hoy me levanté, lo reconozco, inventándome algún olor sobre mis sábanas. Intenté que, como algunas veces, la piel se pusiera rugosa y tensa como cuando he notado una mano buscándome a media noche o he sentido al pasar la lengua despacio sobre algún cuello.

Pero aunque te den cien manos que te toquen llenando la casa con ese sudor que lo impregna todo como un aceite erótico de vainilla, si no hay buenos besos (de los que te quedas clavado como en una larga despedida de aeropuerto, en un abrazo postcoital, en una bienvenida sentimental o en aquel primero dulce y caliente) no hay nada.

Tengo un amigo que afirma que el tiempo en que tardan en levantarse de la cama para ir al baño es directamente proporcional al tiempo que le queda a la relación. Normalmente si se levantan pronto nunca te dan un beso.

Hoy en dia sigue siendo mucho más fácil encontrar buen sexo que buenos besos, sobre todo porque no son cosas de mucha teoría sino de la magia casi imposible de dar con la persona adecuada. Ahora nos dicen que es psicológicamente mucho mejor para la salud. Es una idea que comparto y que persigo por mucho que el tiempo, el cambio climático, la crisis, las circunstancias, las feromonas o yo mismo nos empeñemos en negarlo a base de racionalidad.

Conozco una mujer que si no siente nada al besar a sus ranas se va.


Por supuesto que es mucho mejor si va con un poco una cantidad aceptable de sexo porque eso es el batido proteínico que acompaña al amor.

Pd: remember aquel post de Besos.

1 comentario:

  1. Muy bonita la entrada... hay veces que ni 1000 polvos pueden igualarse al beso de la persona idónea.
    Un saludo!:)

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