La única vez que tuve entre mis manos un libro con parte del trabajo de Banksy fue una mañana mientras ella dormia soñando con el próximo o con el anterior. Me senté en un sofá que ya no está y pasé las hojas sin hacer ruido.
Ante mis ojos circularon una buena cantidad de fantásticas pintadas creadas en el anonimato que da el arte del graffiti por este artista supuestamente nacido en Bristol en 1975.
No podemos evitar reconocer que sus obras son brillantes.
Tampoco podemos evitar que como cualquier ser humano come, defeca y consume aunque simplemente sea a base de aerosoles que tienen su precio en este mundo de consumo que tanto aborrecen los modernos.
El caso es que Banksy hace años que se convirtió en un fenómeno mundial que convierte pintadas en obras de arte que algunas ciudades se empeñan en mantener como uno de sus reclamos turísticos casi como si hubieran sido tocados por la varita mágica del arte contemporáneo.
Y Banksy lo sabe. Sabe que existen personajes que pagan cantidades desorbitadas por sus pintadas. Sabe que tiene las puertas abiertas de la Tate Modern, del Moma y de ese muro que está vacío debajo de mi casa.
Así que, como si fuera el "Andy Warhol revisited", se dedica a ganar dinerillo intentando que la gran masa que le admira continue pensando que es un elemento desestabilizador del sistema porque se fue a pintar en el muro de Gaza. La diferencia entre Warhol y él es que si bien los dos eran grandes figuras el primero hizo de su propio ego una figura pública mientras el otro ha presentado un documental que habremos de ver pagando (¿por qué me acuerdo de Michael Moore?) y ahora publica en su web un ejemplo contracultural con la intro de Los Simpsons coincidiendo con la promoción del documental.
He de suponer que de la misma manera que las canciones de Sabina ya no suenan a verdad después de pagar por completo la hipoteca de sus casas las pintadas de este buen señor empezarán a llevar logos de grandes compañías porque tiene que ser muy grande la tentación de jugar a ser un apestado en un sistema que descubre cómo si no puede contigo te regala caramelos con las fotos de la reina de Inglaterra para que te quedes callado. Probablemente tú y yo también cogeríamos el dinero y empezaríamos a correr.
Y es que, pensaba por aquel entonces y ahora un poco más, ser un moderno con dinero tiene que ser muy complicado aparte de contradictorio en su definición más contemporánea.
Así que cerré aquel libro, cogí su cámara y empecé a hacer fotos de ella profundamente dormida en posición fetal sin pensar en sus sueños. En aquel momento aquel era mi personal graffiti, mejor que los de Banksy e igual de urbanita: perecedero como una pintada.
es banksy
ResponderEliminarpor eso soy imperfecto. Gracias. A veces me encanta que me corrijan. A veces no. A veces solo que me marquen la direccion. A veces
ResponderEliminarÉs boníssim!
ResponderEliminarcomo sabes en que soñaba ella?
ResponderEliminares cierto: no lo se.
ResponderEliminareso sospechaba
ResponderEliminar...pero creo recordar que sobre aquellas sabanas enredadas y con la luz de la mañana no hacia falta más.
ResponderEliminarAlgún dia habra soñado conmigo, como la canción de Sabina.
(cancion: y sin embargo)
ResponderEliminarEse ser poderoso que cree pensar y vivir por los dos, jua!
ResponderEliminar