Hoy hace 6 años del 11-m.
Recuerdo perfectamente cómo mi padre me llamó por teléfono para decirme de primera mano que en Atocha, a 200m de casa, había explotado algo y podían oir las ambulancias ir y venir pero que estaban bien, que no me preocupara.
Después llegó mi indignación y he de reconocer que, como todos, pensé por un momento que los asesinos de siempre habían matado como siempre. Sin embargo algo no cuadraba porque cada minuto que pasaba se iban acumulando las muertes, y las penas.
Después Arnaldo Otegui condenaba el atentado, que era como decir que esos asesinos no eran los de casa, porque algunos sólo se indignan cuando matan los demás.
Descubrimos entonces demasiadas cosas en poco tiempo. Descubrimos cómo unos intentaban ganar un rédito electoral a costa de los muertos. Cómo otros criticaban a los primeros mientras llegaban casi a 200 los cadáveres esparcidos entre las vías. Descubrimos sin ninguna máscara la prepotencia infame del PP. Descubrimos cómo no éramos invisibles para unos radicales asquerosos a los que la vida de los impuros cristianos les importaba bastante poco. Descubrimos cómo éramos capaces de temblar viendo las noticias.
Descubrimos cómo cambió nuestra historia en pocas horas y cómo a base de explosiones puede cambiarse un gobierno porque, desafortunadamente, los asesinos lograron su objetivo encontrándose el PSOE con un mandato mayoritario que no se creían.
Después durante todos estos años algunos se han aprovechado de nuestra misería porque el ser humano no tiene límite en su afán. Nadie ha rectificado de la misma manera que nadie ha resucitado. Hemos invadido algún país y hemos hecho un par de monumentos que rodeo cuando vuelvo a pasar por Atocha.
Al mirar las noticias aún viene a mi memoria aquel día, aquella llamada desde casa, aquellos políticos de mierda y aquellos muertos en las vías.
Sigo pensando , como siempre, que las víctimas son lo más importante. El resto es anecdótico y huele fatal cuando me doy cuenta que ha pasado mucho tiempo pero casi todo está igual de podrido.
Hoy sí, fantástica entrada.
ResponderEliminarLástima que verse sobre algo que da tanta pena como vergüenza. Como bien dices, sólo merecen recuerdo de todos aquellos días las víctimas y sus familias.
C.