27 de junio de 2009

No estaba muerto, que estaba de parranda

El gobernador de Carolina del Sur, Mark Sandford, dijo que se iba a hacer senderismo y sin embargo se fue a pasar unos días con una buena mujer a Buenos Aires.

Dicen que el la política americana, aunque está tremendamente mediatizada por la vida personal de cada candidato, se perdona la infidelidad (¡viva Clinton y el sexo oral!) pero no la mentira, y el problema del sr Sandford es que ha mentido, más aún que su pequeña cosita haya caminado por los caminos procelosos del sexo fuera del matrimonio.

En europa, donde algunos medios quieren crucificar al Jose Luis Lopez Vazquez italiano que es Berlusconi, quizá nos hacemos un lío con lo personal y lo profesional de algunos personajes públicos.

Para mi, en la más absoluta de las sinceridades, si Zapatero se viste de mujer por las noches y practica sexo oral a bajo coste en los polígonos industriales de Madrid sur, es algo que no me importa. Me importa bastante mas que dé 240 millones de euros a Togo y mi vecino no tenga "cash" para comprar medio kilo de chopped.

Siempre y cuando la vida personal no afecte a la laboral, la primera debería de ser irrelevante para la contratación, social o privada, de una persona. Nunca entenderé las discriminaciones que se hacen con ciertas personas por su origen, su edad o su vida privada.

Claro que ahora algunos, disfrazados de hipócritas, me dirán que si una persona no es capaz de mantener en orden su vida dificilmente podrá tener en orden su trabajo. O alguno pensará, lleno de prejuicios, que porque los catalanes hayan ganado todo lo que sea en fútbol, Josep, ese chico que quiere jugar en tu equipo, te va a hacer campeón de europa. Pues no.

A mi de Roldán (el entusiasta hombretón de la foto) sólamente me molesta que se haya llevado el dinero porque no soy un muñeco hinchable sobre sus partes. De Berlusconi me molesta su manera de blindarse legalmente, al estilo Chavez, porque no se llevó a mi hija (no nata) "de fiestuqui". Del sr Sandford no me molesta nada, aunque mentir está muy feo, pero si está enamorado o si sufrió esa repentina infección que te lleva a la cama equivocada (o no), no entiendo el linchamiento. Porque a todos nos ha pasado alguna vez y sobre todo porque nadie habla de lo bien o mal que hace su trabajo y eso es lo más importante.

Como dice una amiga mía: cada uno con su central (Garoña o personal) , que haga lo que quiera.

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