Mal dia para buscar

30 de mayo de 2017

El odio a lo antiguo

Hay un mismo esquema mental que responde a parte de la furibunda oposición hacia todo lo que tenemos. Es algo similar a una adolescente enfadada porque la vida no es como le habían prometido que se merecía y, entonces, desprecia a sus padres. 

El esquema es fácil: como no me gusta lo que tengo o lo que soy y no soy capaz de asumir mi parte de responsabilidad o que hay cosas buenas entre lo que me ha llevado a donde estoy, todo lo de atrás es una mierda y todo lo nuevo, aunque desconocido , es maravilloso.

Es la respuesta en la que se basan algunas de las ideas no contrastadas y locas que suenan a contemporáneas.

Hay quien dice que los taxistas son unos malvados especuladores que se aprovechan de sus usuarios en sus sucios taxis porque creen que todos los de Uber huelen bien y van en Teslas para hacer el bien al mundo y cobrar menos.
Hay quien, convencido como un gruppie, cree que si no tiene trabajo es porque España le roba y que si Cataluña es independiente vendrá Puigdemont a hacerle una tortilla de patata catalana todas las mañanas.
Hay quien asegura que las multinacionales le sacan las monedas de la cartera por las noches y que los carniceros insultan a las vacas antes de matarlas para que sufran más. Pero que Google y Amazon han venido para salvarle (pagando impuestos en Irlanda y Luxemburgo).
Hay quien cree que en la guerra civil sólo mataban unos, que el presidente de la república no dijo que "todos los conventos de Madrid no merecen la vida de un republicano", mientras quemaban iglesias con curas dentro sin ser todos pederastas.
Hay quien está seguro que arrasar con todo lo que nos ha llevado hasta aquí es la manera correcta de conseguir el Nirvana aunque Kurt Cobain se pegara un tiro.
Hay quien cree que un presidente de gobierno tiene que ser alguien que no ha sido ni presidente de su comunidad de vecinos, que es como poner de portero en la final de la copa de Europa al tipo de la tercera fila del fondo sur porque jura que parará todo.
Hay un ejemplo en el que una pareja discutiendo siempre termina con el hombre castigado.
Hay quien considera fehacientemente que creer en algo parecido a un Dios es ser peor persona.
Hay personas que gritan por la calle la necesidad de una revolución, pero que la hagan sin rayar su Opel Corsa aparcado en una plaza de minusválidos que juran que no deberia de estar ahí
Hay quien cree en la libertad democrática de todos los que piensan como él.

Soy capaz de entender la esperanza en lo nuevo pero no el odio a lo antiguo.

¿Hicimos cosas mal?. Si. Pero no todas.
¿Haremos cosas buenas en el futuro?. Si. Pero no todas.

Ser ecuánime (imparcialidad de juicio) es muy poco moderno.

2 comentarios:

Alberto Secades dijo...

Ser ecuánime es un anacronismo.
Peor: es un atavismo.

Como intentar conseguir un programa que pille audios desde youtube, que no intente colarte malware.

Barbarella dijo...

Pero, cómo puedes afirmar eso? Con lo de moda que está lo retro y lo vintage.