Mal dia para buscar

3 de abril de 2011

Crispaciones



Ayer unos afganos, enfadadísimos porque un tipo de Florida quemó un ejemplar del Corán, mataron a 7 personas que trabajaban para la ONU.

Así que da igual que seas rojo, derechón o árabe radical: el caso es montar el lío y volver a demostrar que gilipollas existen en todos los extremos de nuestras ideologías.

Sin embargo cuando avanzas por la calle preguntando a la gente de bien sobre su tolerante manera de ver el mundo afirman, sin ningún lugar a dudas, que les parece perfecto que la nuestra sea una sociedad global, que haya curas y putas, que haya maricas y moros, fumadores y no fumadores, que vivamos en aquellos sitios donde cuando tu vas otros vuelven de allí.

Pero que no haya toros, ni capillas, ni obras de teatro de maricas que insulten al Papa y, en otros lugares del mundo, que nadie miccione sobre el Corán, aunque da igual que lo haga sobre la Biblia.

Debo de ser el unico idiota que piensa que si no voy a la capilla que está donde no debe, a una obra de teatro que se considera ultramoderna porque se basa en que los devotos son viciosos o a los toros (por poner alguos ejemplos) todas esas cosas desaparecerán solas, más o menos como desapareció la Falange sin que la prohibieran para darle aliento.

Cuando, en el colegio, le decían a mi difunto tio Bonifacio "me cago en tu madre" él solía responder "ánimo, a ver si la tapas". Y dejaban de meterse con él.

Parece que ahora en vez de comprender que las provocaciones se hicieron para no responder tenemos todas nuestras líneas de pensamiento social llenas de hipocritas y de crispados. que no se movilizan por un 20% de paro pero sí por un cura en la facultad, un marica en un escenario o un libro mal quemado. A las pruebas me remito.

Ánimo. A ver si los tapamos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me repito, pero ¡lúcido pensamiento¡ (aunque tampoco quedaría mal lucido pensamiento)
En serio, si la tolerancia real, esa que tu cuentas ,se extendiera un poco más, otro gallo cantaría.Me permito compartir tu post en el feisbuc, que igual algunos de mis corresponsales se animan a leer más de tres líneas seguidas. Salud

Anónimo dijo...

Hace unas semanas, la colaboradora de Buenafuente Ana Morgade, al respecto de todo el tema del nacionalismo catalán y todas las movidas que suele haber al respecto en algunos medios de comunicación y entre ciertos sectores de la población, dijo en una entrevista una cosa que me pareció muy lúcida, algo así como que "no existe una guerra, sólo unos cuantos que dicen barbaridades y se indignan y quieren destruirlo todo y el resto, que tratan de hacer su vida y simplemente estan ahi flipando por lo que dicen los demás". A mí, como aragonés inmigrado a Barcelona y persona normal que soy, me pareció un comentario muy acertado, muy preciso, y extrapolable a muchos otros asuntos como estos de los que hablas en el post. No hay una guerra real, solo un puñado de locos que se empeñan en imponer sus visiones y que hacen mucho más ruido del que deberían. Mientras tanto la gente se preocupa por (sobre)vivir.