20 de diciembre de 2024
18 de diciembre de 2024
Los riesgos de las revoluciones de ayer y hoy.
Comentaba una artista de ayer y hoy que la sociedad ha cambiado mucho. Que cuando empezábamos a disfrutar de las libertades en España y se intentaba ser medianamente rupturista era muy sencillo saber donde estaba el poder. Era tan fácil como estar en contra de la iglesia y del estado omnipotente. Al fin y al cabo eran ellos quienes habían tenido el monopolio de dictar la manera en la que había que comportarse. La revolución, en definitiva, era negar a aquellos que jugaban al juego de imponer lo moralmente correcto. No me tiene que decir a mi un cura la manera de copular con mi pareja o dejar que el estado se lleve lo que quiera de mi esfuerzo laboral. El problema, y sigue con su razonamiento, es que ahora esa lucha contra el poder tan humana está mucho más diluida. Quienes te dicen lo que debes y no debes hacer, a quien has de odiar y a quien has de ensalzar, vienen de lugares variables. Oponerse a ello, a un discurso casi institucionalizado, es rebelarse contra una batería de ataques y quizá eso que se pasó a llamar cultura woke es quien más se ha impuesto con su discurso moral. Son quienes te dicen cómo has de tener tus relaciones, comportarte con tus vecinos y dejar un porcentaje cada vez mayor de tus impuestos para que lo gestionen, quienes se han convertido en la Iglesia y el estado en el siglo XXI. Y el riesgo de ello es llegar a pensar que la opción contraria es la adecuada, para volver al punto de inicio. El punto en común de aquello y de esto es que ambos tratan al ciudadano como si fuera imbécil y carente de criterio propio. Es ahí donde está el peligro.
Por supuesto que tenemos un problema extra: hay cosas de la Iglesia, del estado, de la cultura woke, de la tasa impositiva y de la música pop, rock y punk, que están bien. Otras son una bazofia extremista. El truco es quedarse con lo mejor de cada mundo porque todos conviven en el mismo.
Pero somos tan tontos que nos han convencido que las cosas van en packs.
Y no es verdad.
9 de diciembre de 2024
Occidente ametrallándose los pies
Existe una de esas polémicas muy de redes occidentales en la que una mujer trans (es decir, que nació siendo hombre) exige que le implanten un útero porque quiere quedarse embarazada para ser la primera trans en abortar de la historia. Todo ello, por supuesto y como no puede ser de otra forma, con los fondos públicos. Porque sí y porque derechos y visualización.
Supongo que es otro ejemplo más de los miles de tiros en los pies que nos estamos dando en la supuestamente excelente cultura occidental. La misma que vende paquetes de 3000€ a turistas para que vivan la experiencia de la guerra y les llevan a Ucrania.
Si los recursos y los esfuerzos son limitados, que lo son, es nuestra responsabilidad valorar hasta donde hemos llegado. Pasa algo parecido con las lenguas autóctonas. Gastamos dinero, recursos, legislaciones, educaciones y no sé cuantas cosas más en una hipotética sociedad global donde poder comunicarse en Bable (por ejemplo) con el resto del mundo. Si todos esos recursos los empleamos en investigar el cáncer quizá, sólo quizá, estemos más cerca de erradicar el cáncer, aunque sea en inglés. En las inundaciones de Valencia se comentó , un poco de soslayo, que no limpiar algunos cauces para salvaguardar el autóctono mosquito valenciano ( es un ejemplo inventado) hizo que bajaran unos cuantos troncos de más directos a los colegios de Paiporta. Y está precioso hablar Bable y un Euskera regulado por el organismo de turno. Es maravilloso disponer de una biodiversidad rica y televisiones Oled en cada casa con Wifi gratis que te permitan ver El juego del Calamar doblado al Extremeño pero quizá, solo quizá, se nos ha ido la mano en la elección de dónde emplear nuestros recursos amplios pero limitados.
Uno de los principales problemas es que quienes marcan las direcciones carecen de brújula y del valor necesario para decir "basta". No conozco a ningún político de primera división que se enfrente de cara a determinadas soplapolleces occidentales porque eso te quita votos. Teniendo en cuenta que la política se ha convertido en una enorme empresa de marketing orientada a la obtención de votos y la subsistencia personal, nadie va a decirte que te vas a quedar sin pensión, que los idiomas minoritarios serán fagocitados por el chino y el inglés y que no te pueden operar a tiempo porque le están poniendo un útero a un imbécil con muchos seguidores en tiktok.
El ejemplo que nos viene de golpe en 2025 tiene que ver con la automoción. En Europa nos hemos convencido que podemos, porque somos el centro del mundo, acabar con el cambio climático, los accidentes y los atascos. Así que llevamos unos cuantos años exigiendo a los fabricantes de coches que pongan cositas de esas que te avisan si te cambias de carril, no sé cuantos airbags, los controles de velocidad, los sistemas de frenado para no llevarte por delante a un repartidor y que tengan curvas para no dañar al peatón. Llámame loco pero ninguna de esas órdenes están orientadas a hacer coches que duren más y nos ponemos las gafas de cerca para ver el poco ruido que hacen cuando andan. No vamos a pensar que las baterías las hacen unos chinos con sus fabricas ultracontaminantes y las enviamos a Africa cuando ya no tiene la autonomía que deseamos o sale otro con Ziritione. (el 7% de los gases malos en la atmosfera es europeo, chino es el 32%)
Independientemente de eso y para el 2025 se han establecido unas multas para los fabricantes que contaminen nuestros cielos. Eso quiere decir que si la contaminación por coche ( suma de contaminacion de cada coche dividido por el numero de coches vendidos) es más de una cantidad, les fríen a multas. Visto así es muy bonito porque nos venderán coches que no contaminen, ¿verdad?. Pues no. Obviamente como el objetivo es que no me pongan multas a mi, que soy fabricante de coches, lo que puedo hacer es comprar "bonos de ecologismo" a otro fabricante que le sobre. Puedo subir el precio de mis coches contaminantes para que la multa la pague el cliente final o dejar de vender coches en Europa. Puedo matricularlos en Marruecos y traerlos en barcos para venderlos como kilómetro cero con otra razón social. Lo de vender coches eléctricos baratísimos es la última opción porque lo que yo quiero es, como también le pasa a Jose Ramon que tiene una panadería en Valdemorillo, ganar dinero. Así que si te vas a comprar un coche y te piden 30mil ( 5 millones de pesetas) por un Renault 5, una parte de culpa la tiene esa moralidad infinita superior con la que hemos premiado a nuestros legisladores. Es curioso que uno de los coches más resistentes del planeta, el Toyota Land Cruiser y el Hilux, se fabrican en Gibraltar para enviar al resto del mundo pero en Europa no se pueden vender tal y como se hacen porque te llevan, te traen y no se rompen aunque te vayas a invadir Siria con ellos.
Si hay algo que no hemos aprendido es que nada es gratis en la vida y que cuando ponemos multas a los bancos, exigimos cosas a los que hacen coches, pedimos energía ecológica y sanidad gratis... lo tenemos que pagar nosotros. Y que mientras estamos preocupados por la sostenibilidad de la tela del reposacabezas existen otros fabricantes en otras partes del planeta que tienen como objetivo que, si es un coche, nos lleve y no se rompa. Y si en la república de Tuatolu ( inventada) al hijo de la Pili le da por exigir que le pongan un útero para abortar, le revientan la cara de un soplamocos. Ojo, no por gay, que eso nos importa bastante poco ya que cada uno se tira a quien puede y le consiente, sino por tonto. Y se lo decimos en inglés o en algo que nos entienda, que aqui tenemos predilección por Faulkner.
Europa ( y lo occidental por defecto) no se está pegando un tiro en el pie sino que se lo está ametrallando.
El problema reside en que parece que no nos queremos dar cuenta y empieza a ser tarde.
Estuve el fin de semana buscando un coche y esa es la conclusión a la que he llegado, aparte de recordar este episodio de South Park.
Pd: En Idaho han ido eliminando regulaciones desde 1996 y les va bastante bien. Aquí pintamos bancos de morado gracias a la subsecretaria regional de la delegación de igual dá del tercer ministerio.
Pd2: El principal riesgo es que, cuando nos hayamos ido completamente al guano, seamos tan gilipollas de irnos de un extremo al otro y que ser racista, homofobo, contaminante y violento se ponga de moda como lo es ahora ser ecoresiliente, enemigo de la familia tradicional, funcionario y violento.