Hay quien cree que el nazismo se arregla matando violentamente a todos los alemanes o que el machismo se soluciona convirtiendo a tu hijo en tu abuela y estando muy orgullosa de ver cómo le pega su mujer.
Créeme, tampoco importa.
Solamente importa el trabajo publicitario e identificativo de uno mismo y tener muy clara la serie en la que se vive donde, por supuesto, todas las acciones malas recaen en los malos y todas las bondades sobre nosotros y nuestro brillante lado de la balanza.Conozco perfectamente a defensores de la igualdad, las causas políticamente modernas y la justicia social que se indignan escandalosamente siempre que la consecución de sus fantasías les suponga un beneficio. Conozco, por poner un ejemplo demostrable vivido en primera persona, a una mujer que defiende coléricamente que las pruebas para bomberos y bomberas sean diferentes ( y menos exigentes a las mujeres dada su constitución física media) pero no entendería que si se le quemara la casa alguien pudiera tardar tres minutos más en subir las escaleras para salvar a sus puto perro, que pesa un jodido quintal. Como se puede deducir es una reivindicación que le supone cierta ventaja si quisiera ser bombera pero que, si se le quema el chucho, es culpa de unos gestores públicos incompetentes que, a dia de hoy, habrán de ser fascistas.
Supongo que uno defiende el discurso que le resulta más provechoso y después se viste con los colores identitarios de causas originariamente justas para defenderlo.
¿Es egoismo? Por supuesto. Vivimos en el mismo pais en el que , en la época franquista, unos eran más de Franco que nadie para conseguir un pisito de protección. No es muy diferente a victimizarse y ofenderse con lo que haya que hacerlo para una paga. Ambas partes son herederas directas del Lazarillo de Tormes y solamente cambia el viento por el que hay que dejarse llevar en cada momento histórico. ( Y digo que hay que ayudar al que lo necesita y no a todo el que se victimice dramáticamente). Conozco a quien ha trabajado toda su vida de peluquero desarrollando un amaneramiento explícito porque eso le resultaba rentable para lograr clientela y, después, creo que dejó como legado un amplio catálogo de vida heterosexual. Supongo que si hubiera sido gay en 1945, hubiera actuado justamente al contrario.
Las personas consecuentes no son tan habituales como creemos, y es una pena. No lo son porque no es rentable, porque pierdes amigos, porque si bien es tremendamente digno hacer uso de la libertad de opinión y acción que juramos tener y respetar, ni la tenemos ni la respetamos.
Si alguien es capaz de asegurar que está de acuerdo con una cosa que haya dicho el gobierno y , a su vez, con otra cosa diferente que haya defendido la oposición, explota la cabeza de bastantes. Y explota aunque sea algo tan nimio como el color de las señales de tráfico o si el telediario se pone a las 10. No se puede ser de los dos bandos porque hay que ser de uno y, además, hay que ser del mio.
Vamos camino de una sociedad libre de opinar y actuar solamente como diga la serie en la que vivo. Por ejemplo: La mujer es libre de hacer lo que quiera porque es un ser libre (pero gestación subrogada, el porno, sujetar las sombrillas en una carrera de coches, servir copas vestida prieta o hacer de modelo para vender brandi o incluso ser libremente prostituta ya no mola y deberia de prohibirse)
Y es triste porque resulta cada vez más complicado saber si alguien expresa su opinión por convencimiento o porque le viene bien.
Mari Carmen: vegana, feminista, ecologista, anti tabaco, concienciada con la salud mental y animalista. Se caga en tu puta madre cuando la recriminas que el perro deje un zurullo en el portal mientras te mira los filetes de la bolsa con asco y te dice que has utilizado a aquella novia con la que te veía llegar a casa y que te dejó por un asistente de quirófano fan de Antonio Orozco.
Ahí está: comprándose ropa del Primark y soplapolleces en Amazon para ir, digna como nadie, a hacer fotos con el iphone en las manifestaciones contra el capitalismo y los trabajos precarios exigiendo que los ricos ( que no son ella) coticen en este país porque así le tocará más en el reparto. Su perro vive mejor que tú y no come brocóli.
En seis meses se hará de la nueva moda y, fumando como Greta Garbo, defenderá a otro partido político con la misma virulencia. Siempre con causas justas en sus perfiles y haciendo lo que le salga de las narices porque está en su derecho.
Y siempre, siempre, tiene razón en todo.
Pd: lo cual me recuerda aquel post de "la mujer corporativa"
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