23 de enero de 2021

Viva la libertad de no pensar.

En Italia han cerrado Tik Tok porque una niña de 10 años se ha asfixiado con el cinturón de la bata al hacer un reto de esos. En España ya tenemos el culo pelado de ver los bares cerrados porque parece ser que somos una banda de inconscientes que se tose a la cara cuando se toma una cerveza. En La Rioja, directamente, está prohibido hablar en los autobuses. En las discotecas, si es que las abren, se prohibe bailar. Y no se puede fumar. No se puede ir a más de 30. Hay que usar lenguaje inclusivo. No se puede emitir porno. Está mal visto tomar bebidas azucaradas y mis vecinos se niegan a bajar en el ascensor con alguien que no sea de su burbuja habitacional.

Por una parte es de rigor aceptar que no es, precisamente, uno de esos tiempos que se van a recordar como unos años libres.

Por otra tenemos que reconocer que hay normas que se establecen para proteger a los gilipollas. No les dejas ver los "retos" de internet porque, como son imbéciles, los harán. No les dejas hablar porque , al fin y al cabo, para lo que tienen que decir. Que no bailen porque solamente agitan los brazos. Que no fumen porque la sanidad no está para curar inconscientes.

A ser posible, si conseguimos que la gente no piense más que lo que queremos que piensen, mejor.

Y, curiosamente, cuando una persona no piensa le suele ir ferozmente bien.

Estamos creando un sistema que premia, con golosinas de baja calidad pero alta satisfacción inmediata, a quien no se pregunta el por qué de las cosas.

Existe un libro (la rebelión de Atlas) en el que las personas que piensan se declaran en huelga cansados de tanto soplagaitas y el mundo se va a la mierda.  Somos animales racionales que cuando dejan de ser racionales el sistema les premia de la misma forma que los mayores premios en los concursos de televisión no se dan a los más listos sino a los que cumplen las normas y generan algún escándalo procaz.

Cuando quienes tienen que decidir, aparte de no ser especialmente valientes, creen que no nos llega la cabeza para pensar, se toman decisiones que directamente y por nuestro supuesto bien ( un bien que nosotros no hemos decidido) consideran que somos estúpidos.

Así que no veas internet, no fumes, no bailes, no folles, no hables incorrectamente, no escuches música alternativa de finales de los 70, no abraces y si tu trabajo no me parece oportuno, no trabajes. Lo hago por tu bien.

No pienses, que ya lo hace el estado por ti. Viva la libertad de ser rebaño y estúpido. Un azucarillo para ti.


Pd: esto no significa que no haya un virus, que no se muera gente y todas esas cosas. No me metáis en sacos.

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