25 de junio de 2019

Indomable.

Siento profundamente el retraso. He estado acabando de escribir un libro libro mediocre (con mucho refrito de este blog) que a mi no me desagrada pero que alguno de los lectores de aquí lo han calcinado con sus críticas mordaces porque dicen que entre el payaso y el intenso me equivoqué eligiendo el intenso.

He de recuperar el humor que, como un huevo frito con forma, lo dejé en pausa.





Pd:El libro tiene cositas así:

- Todos, en realidad, dejamos nuestra vida y nuestras aspiraciones en manos de los demás. En manos de un conductor borracho que nos atropella o de un jefe o unos clientes que nos arruinan. En manos de un loco que contamina el agua y mata a media cuidad. Un supervillano. Estamos en un hilo cada momento. El ser humano es frágil y, lo que es peor, inútil en la mayoría de sus variantes. Sin embargo, nos empeñamos a dar un valor a la vida que es, a todas luces, excesivo. Hay un, digamos, accidente de tren. Seis muertos. Eso es un drama. Cien heridos. El drama, al contrario que con los titulares que nos hacen dar valor a lo que no lo tiene, son los heridos. Es mucho peor tener que cuidar de un familiar tullido que llorar delante de la tumba de un muerto. De vez en cuando aparece un titular en el que un octogenario ha matado a su pareja enferma y yo siempre lo veo como un acto de amor y, por supuesto, racionalidad.
- ¿Matar es racional? - le pregunta, pidiendo más.
-Todos tenemos un limpiador étnico dentro pero no nos ponemos de acuerdo con los criterios. Unos quieren matar a los ricos y otros a los pobres. Históricamente unos a los judíos y otros a los alemanes. A los infieles, si hablamos de convicciones religiosas. Todos han buscado motivos racionales para sus asesinatos. Nadie mata por maldad, sino que necesitan una explicación y, por supuesto, la cosificación del futuro muerto. Titular: una bomba mata en África a doscientos negros y un dentista. Entonces dice tu cuñado ¡Hostia, un dentista! Lo único que te sorprende de que yo diga que hay una posibilidad de que me quite la vida es que soy yo y no estoy cosificado. Ahí está el escándalo. Suicidios, con razón o no, hay a diario. Claro que como son otros no importa.
- ¿Y a ti te importa que seas tú?

-La verdad es que no. 


(....) 



En una película ella le dice: “Piensa en un momento de tu vida que puedas asociar a la felicidad. Sólo piénsalo. ¿Lo tienes?”. Él duda, pero lo encuentra. “No me lo digas, pero respóndeme a una pregunta: ¿Estás sólo ahí?”. La respuesta siempre es que no. Siempre. Los lugares favoritos, escondites si estamos solos, se convierten en refugios cuando los enseñamos y los compartimos.

El camino a casa le hace sonreír dentro del casco creyendo que volver de un escondite se parece a salir del wáter. Tras un momento de satisfacción íntima que no se puede detallar hay que volver a algo parecido al mundo real.

DAME CUERDA. 2019. Próximamente en sus pantallas. 



2 comentarios:

  1. No deberías habérselo dejado leer a personajes tan ácidos como al de arriba. ¿Qué podías esperar de él además del comentario de la portada?
    A mí, salvando algunos puntos ya comentados y que no tienes intención de modificar (en realidad sin ellos la historia no tendría mucho sentido) me ha gustado la trama. Y sobre todo el final, que obviamente no voy a desvelar.
    Lo importante, al fin y al cabo, es que uno se sienta satisfecho de lo que ha hecho, por mucho que lo tilden de loco, payaso o vulgar ;)

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