26 de febrero de 2017

Los idiotas que están aquí para salvarte.

Hay una diferencia importante entre dos tipos básicos de gilipollas. Uno lo es y el otro está aquí para salvarte.

Los idiotas convencionales pudieran ser ese tipo sonriente y aseado que va al instituto de una comedia americana en su coche joven y deportivo para ser el capitán del equipo de baloncesto e invitar a la jefa de las animadoras al baile de fin de curso. Quizá, salvando los accidentes culturales que tienen los años ochenta y ahora, puede ser Sheldon Cooper. En todo caso son ese tipo de personajes que viven en su mundo sin pedir nada más que su entorno cercano se adecúe a lo que le interesa, sin mucho más y sin ninguna pretensión más. Britney no quiere que seas tan guapa como ella, es más, le gusta ser la más guapa o la más lerda o la más rara pero necesita que exista Betty, la fea, para remarcarse en sus decisiones y en su mundo. Pudieran ser los pijos o los de la fraternidad alfa beta gamma. Crean un mundo en el que son el centro y en el que, por lógica absurda, el resto del universo quiere ser como ellos, ser lo que representan, tener los dientes perfectos.

Los otros idiotas se levantan por la mañana con la firme revelación de haber encontrado El Dorado de la verdad. Siempre es algo magnífico: democracia, libertad, igualdad. Siempre luchan contra un "ismo": machismo, fascismo, capitalismo. Siempre tienen razón y siempre están ahí para salvarnos. Quien haya hablado con un vegano recalcitrante lo sabe. No esperan que los demás, en uso de su libertad, sean como ellos sino que lo exigen. Cualquiera que no sea como consideran es, sencillamente, el enemigo. Es muy sencillo serlo porque preguntar por el motivo de su guerra es, directamente, una declaración de la misma sin saberlo. Luchan contra todo y todo es una gran conspiración que nos lleva a nuestra propia destrucción pero ellos, casi como unos iluminados tocando la pandereta por la calle, nos avisan de la llegada del fin de los tiempos. Eso sí, escribiendo pancartas en comic sans con sus iphone sobre telas compradas en los chinos que abren los domingos para luchar contra el capitalismo y la explotación infantil. Pero eso son detalles que les hacen certificar que el sistema es corrupto.

Unos son una lacra porque están perdidos y los otros son peligrosos porque están convencidos.

Pd aclarativa: no es lo que se piensa sino la imposición de una nueva verdad (y más aún con las mil contradicciones. Voy a poner un ejemplo verídico: un gobierno recién llegado a cierta provincia cree que debe de mejorar las condiciones de vida de las vacas de dicha provincia. Entonces hablan con expertos en vacas y establecen que para que una vaca sea feliz ha de disfrutar de, digamos, dos metros cuadrados de hierba. Hacen una ley que obliga a que cada vaca tenga ese espacio y los ganaderos hacen sus cuentas y van al gobierno explicando que con esa ley necesitan el doble de espacio en la provincia porque no hay tierra para tanta vaca. O las matan o invaden la provincia de al lado. Y nadie quiere más a las vacas pero... en fin...).

Pd2: Para llegar a un lugar amable hay que dar pasos pequeños desde donde estamos y desde el lugar de partida que tenemos para aproximarnos a donde queremos llegar. A ser posible buscando opiniones inteligentes diferentes a las nuestras que nos ayuden a ir por el camino adecuado. Es más lento pero parece más correcto.

No discrepo de los grandes valores pero sí de la consecución de los mismos. 

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