- Porque es del tipo 3.
- ¿Y el otro?
- Del 2. Como usted sabrá 3 es más que 2.
La clienta, absolutamente convencida, compró el del tipo 3. Bajó a la calle con su bolso pequeño, sus zapatos de tacón limpios, se puso las gafas de sol al salir del comercio y se subió a su Porsche 911 que, como todo el mundo sabe, el menos que el Seat 1430 y mucho, mucho más que un estrafalario Renault 5.
Es una cuestión numeraria, simplificada y cuantificable. Un argumento de venta, un razonamiento lógico. Una estadística explicable con un gráfico. Un sosiego para la incógnita absoluta y una respuesta ante futuras críticas.
A veces, la mayoría de las veces, me congratulo de que todos los brillantes músicos no aparezcan en conciertos de productos de marketing creado a base de reverb con las metralletas cargadas asesinando el mal gusto de artistas y comparecientes. En ocasiones me extraña que los comerciales formados en los productos no descuarticen a las niñatas desinformadas que un día venden informática y otro bragas en los diferentes pisos de El Corte Inglés. Me sorprende que los economistas de verdad no hagan comandos para degollar contertulios que los jueves saben de deuda externa y los martes huelen bien.
Después de años de evolución en motores gráficos e inteligencia artificial todos los programadores sueñan con hacer el próximo Candy Crush.
Dame veinte años de formación, detalle extremo en cuidar el resultado, autoexigencia enfermiza y te pisaré con mi meme, con el video en el que se tropieza un gato, con una gracieta en un tuit o con una foto para que la mandes por whatsapp.
Las imágenes desenfocadas de una gorda con leggins sacando dinero del cajero son más rentables que el trabajo de una vida de un fotógrafo profesional. La última gilipollez acabó con la razón.
Gilipollez que es del tipo 3. Y todo el mundo sabe que 3 es más que 2.
Los memes mueven el mundo mientras los profesionales se ahogan en un mar de cuñados, de sabiondos de bar, de amateurs y de esa clase social que podría ser del tipo 4, que es más que 3, mucho más que 2 y los que yo aprendí de mis mayores, porque soy 1.
El futuro está dirigido por cuñados, gatos y vídeos grabados en vertical.
El futuro está dirigido por cuñados, gatos y vídeos grabados en vertical.
Ejemplo práctico:
Primero llegó un músico (tipo 1)
Después un aficionado a la música (tipo 2)
Más tarde un tipo con una flauta (tipo 3)
Ahora está el perro que se tira un pedo en un trombón. Millones de visitas. Ha sacado una línea de ropa. (tipo 4). Están pensando, dado el éxito, presentarle a las municipales de su ciudad. Crece en las intenciones de voto. Es un caso hipotético.
Ya.
ResponderEliminarPero todavía quedan oportunidades.
Escucha esto:
https://www.youtube.com/watch?v=WzmGpp76GyA
Bien, me vale. 19mil visitas. Te recuerdo que el "ganstadstyle del chino" rompió el contador de ypoutube.
ResponderEliminarSuena bonito. A veces no se si algunos somos unos snobs, unos raros o unos equivocados.
Mi cuenta corriente dice que equivocado.
Si todo el mundo estuviera interesado en proyectos de calado, si todos bucearan en lugar de surfear, si a todos nos gustara apiñarnos en una playa y, sin espacio alrededor, tostarnos vuelta y vuelta, si todos compráramos en los mismos sitios, a las mismas horas, haciendo exactamente lo mismo, si todo eso pasara, la extravagancia sería profundamente aburrida.
ResponderEliminarSer snob mola porque no se estila.
Sé que sabes lo que digo: ya no estamos en los '60s, joder.
http://www.comunsinsentido.com/2015/02/esencia-de-juventud.html
Abrazos.
Pero, los que olían bien los martes, ¿No eran los exiliados?
ResponderEliminarLos memes triunfan porque democratizan un segundo de gloria en Internet, porque cualquiera cutre, sin gracia ni tiempo ni ganas de trabajar, puede hacer una tontería de cacaculopedopis y triunfar...