28 de diciembre de 2013

La época de los inocentes

Es el día de los inocentes, así que casi todo se permite.

Se permite que me cuentes que eres muy feliz con el tipo que te encontraste por la calle o que te mando un mail o que te gustó su foto, aunque no te da conversación ni te prepara el desayuno. Se permite que me cuentes que has encontrado un trabajo de esos en los que te pagan por no hacer nada y con el que te vas a comprar un piso. Se permite que me cuentes que te vas de vacaciones a Punta Cana, que aún tienes las marcas del bikini, que te has comprado un disco de Pablo Alborán y que , además, te gusta.

Se permite que la luz suba un 2,4% para escalar a mediados de año y que venga un tipo a contarme que estamos mejor que hace unos meses cuando estamos francamente más masacrados por el tiempo. Se permite que la DGT me cuente que hay una cantidad ingente de viajes por carretera pero no discrimine los que sólamente son de ida, porque no hay nada que dejemos atrás para volver.

Se permite que me mandes una felicitación con buenos deseos sabiendo que matarías por mi puesto de trabajo, por beberte el martini que tengo en la nevera y que, en vez de para llevarte a la cama, va a ser para escribir un post.

Se permite que hagamos humor sobre los recortes en pensiones o en sanidad pero no en aquellos que se gastaron el dinero de nuestros médicos o de nuestros mayores. Se permite que a nuestros profesores no les importen nuestros hijos debido a la miseria con la que les pagamos teniendo en cuenta los millones que se lleva la casta política que se autorregula sus sueldos y sus corruptelas.

Se permite que el presidente del gobierno diga que el 2014 será rosa, que es el rojo desteñido de la sangre de los suicidas.

Se permite la desvergüenza mundial de los mandatarios, de los que invaden países y de los que lo permiten porque les resulta un bastión estratégico por muchas bombas que pongan, por muchos inocentes que maten o por muchas incursiones aéreas que hagan, siempre y cuando no afecten a sus votantes.

Se permite que los adolescentes se impregnen de esa manera de creer que no pueden hacer nada y que las respuestas están en el whatsapp o en los retuits, como si con eso se lograra paz y agua en los sedientos poblados del Congo de donde sacan el coltán para sus smartphones.

Se permite que el Papa sea molón y diga cosas chulas, como si fuera el Steve Jobs de la moralidad, pero siga manteniendo un estado rico y opaco, como un estado feudal de cuando dominaban el mundo. De la misma manera algunos creen que el nuevo evangelizador está en una mezquita o en un programa de echadores de cartas porque estamos sedientos de guías.

Se permite que muchos, al abrigo de historia que no es historia pero que se puede manipular como las grandes superficies manipulan los precios, se crean el ombligo del universo castigado por la maldad de sus enemigos, que son todos los demás.

Se permite que la atención se vaya a estúpidos realitys donde follan y gritan y consideran que lo que importa son sus miserias mientras la miseria de verdad cabalga por las calles a lomos de las cajas de fruta podrida que dejan, al cerrar, los supermercados.

Se permite casi todo.

Por eso es el dia de los inocentes cuando es la época de los inocentes.

Hoy, si quieres, haz una broma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario