-Veo que mi conversación no es interesante para ti. Adios. Cuídate
Eso podria ser el final de un montón de mensajes de esos que te encuentras en el whatsapp ante los que no puedes responder que "me estaba arrascando un cojón sin preocuparme por el movil" porque entonces te contarán, como si fueran el hacker más potente del mundo, que tu última conexión fue en un periodo de tiempo inferior al de emisión del mensaje y, además, pasas a ser un mentiroso. Y si eres un mentiroso entonces es que ocultas algo y si ocultas algo es que no demuestras confianza. Y si no demuestras confianza es que no mereces la pena y si no mereces la pena es que estas humillando a la otra persona y considerándola menos que a las otras conversaciones que puedes haber tenido o no. Puedes haber recibido una foto de un colega en donde sale una rubia chupando un limón o simplemente puedes haber estado tocándote el escroto, que es una actividad íntima y masculina. En ese caso, invariablemente, eres culpable.
Algunos estudios afrman que uno de cada cinco divorcios en EEUU son debidos a "cositas" del facebook. Ser incapaz de controlar la inseguridad de creer que se está follando a ese tipo con cara de maricón ibicenco que aparece entre sus amigos de facebook es una enfermedad causada por las nuevas tecnologías. Pensar, obsesivamente, si esa foto en la que sonríe se la hizo un fornido, sexuado y viril muchachote es una estupidez. Creer que cuando mira de reojo su teléfono, sonríe y lo esconde es porque un amante bien dotado tantea si puede pasarse por sus sábanas es enfermizo.
La comunicación moderna es maravillosa pero es un catalizador de algunas de nuestras peores inseguridades. El problema es que si dices tres veces Bitelchus, aparece. La última hora de conexión ha sido hace varios minutos. "Si hubieramos estado follando- respondíó alguien una vez-no tendrías problema en saber si hablaba con otra persona o con un cangrejo con whatsapp". También conozco a quien, cuando va a limpiarse en el baño de su amante, manda un mensaje para parecer que se preocupa.
Las ideas o señales que nos mandan las nuevas tecnologías mienten en ambas direcciones. Ni te quieren tanto ni te engañan siempre.
Veo a niñas llorando, sintiéndose estafadas, mientras cruzan los semáforos en rojo con los pulgares sobre sus smartphones y tanta tontería me deja el escroto hinchado como la capa de batman cuando salta, solitario, desde los edificios de Gotham porque Catwoman, latex y vicio en estado puro, se hizo seguidora en twitter de El Pinguino. Mira tú que manera más tonta de perderse un polvo entre superhéroes.
Cada día aborrezco más la forma de comunicación y de autoflagelarse que tienen algunos en el mundo 2.0.
Cada vez estoy más convencido de que hago bien en no tener un teléfono que tenga certificado de ser más inteligente que yo.
ResponderEliminarAl contrario, Alberto. Lo llaman teléfonos inteligentes pero, créeme, no lo son. Inteligencia se define como la capacidad de entender, asimilar,elaborar información y utilizarla para resolver problemas.
ResponderEliminarYo aborrezco la autoflagelación en sus distintas versiones. El medio o la plataforma de comunicación me da un poco igual.
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