-Bueno, y por ahí... ¿qué tal la crisis?
Estoy harto de esa pregunta. La respuesta es obvia: "pues mal, coño, mal".
Entonces empieza la batería de gilipolleces, porque se basan en la culpa de los demás. Pues no, la solución no pasa porque vengan otros y nos arreglen el problema. Nuestra situación es culpa de ese pensamiento cultural tan estúpido y tan tonto en el que un soplagaitas de 20 años te pedía dietas para poder acceder a un puesto de trabajo cuando vive a quince minutos andando. Viene de toda esa banda de mangantes que consideraban que por el mero hecho de existir tenían derecho a una casa, vacaciones, un coche de alta cilindrada y trabajar lo menos posible porque siempre parece que se ha idolatrado al imbécil que, con una copa en horario laboral, se jactaba de haber defraudado a hacienda, haber pirateado el windows y estar disfrutando de una baja laboral que no se merecía cuando no de una subvención por algo que no era verdad. (Y no le importaba que una jubilada no pudiera pagarse las medicinas porque ese no era su problema).
Viene de esa concepción cultural en la que papá Estado existe para abrigar a todos bajo el sacrosanto abrigo de la protección pública. Viene de esa idea tan tonta en la que, como un adolescente mal educado, si se puede no ordenar el cuarto porque te lo hace mamá, no lo ordenas pero te quejas cuando no te queda un solo calcetín limpio exigiendo que te lo limpien.
Viene de esa estupidez que te hace quejarte de las miserias que pagan en alguna compañía aérea pero vuelas con Ryanair y te quejas de los pocos arreglos que hace tu ayuntamiento en la acera pero compras en el chino para que se lleven bolsas de euros a Asia con la que compran deuda de tu pais. Me encanta cuando hablan bien de Apple pero se les olvida que, al menos en España, la declaración de hacienda les sale a devolver.
Viene de quejarte de tus politicos pero seguir votando a los mismos inútiles que viene a ser como insistir que Tele5 es basura y saber quien es Mila Ximenez. Viene de entrar en las dicusiones sobre la identidad cultural y olvidarte de que el objetivo no es hablar en uno u otro idioma, sino en ser feliz. Viene de exigir más cultura y más investigación pero no comprarte ni un disco, no ir al cine, no asistir a conciertos ni al teatro, no haberte leído un libro en años y conocer el nombre del tercer portero del Madrid pero no el de ningún investigador español.
Viene de querer todo aunque no lo uses y luego quejarte porque no existe.
Viene de considerar que todo es gratis excepto el trabajo que realizas, por el que estoy seguro que cobras menos de lo que crees que te mereces.
Todo lo que viene no es inventado. Ni siquiera lo del idiota que se compró un coche que no podia pagar junto con el crédito que le dieron para su segunda vivienda de la que ahora le van a deshauciar mientras grita que la culpa es del banco que le dió el dinero y no de él, que nunca pensó si se pudiera quedar sin empleo.
Esto no quita que toda la mierda que nos hemos cargado a las espaldas termine salpicando a mucha gente que no se lo merece. No quita que apretar a un banco sea un problema porque mis ahorros y yo no somos responsables de la gestión indecente de algún banquero. No quita que la mayoría de políticos honestos se vean salpicados por la mierda de sus colegas ladrones, que probablemente sean minoría, pero hacen más ruido que un mal cantante que salga en La Coz. Eso no quita que cientos de pequeñas empresas sobrevivan mientras las grandes se ríen de los demás agarrándose a leyes que son iguales para todos sin darse cuenta que el bar de la esquina no es el Banco Santander.
Pero sin un cambio cultural, para no olvidarnos de donde viene, es imposible cambiar. Por mucho que creas que robando televisiones de plasma de un supermercado explotador (como hacen en Argentina) o pillando unos litros en Mercadona (sin pagar) se equilibra la balanza.
Así que, como la siguiente pregunta es: "¿Tú cómo crees que se arregla?", la respuesta es "pensando". "No sólo en tu culo"- añado.
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