11 de abril de 2012

(H)unos, otros, criminales, franco, eta y el ying y el yang

Los Beatles tenían a los Rolling, los Eagles a Lynrynd Skynryd. Mi novia tenía a mi ex. La democracia española tenía a ETA y los de izquierdas a los de derechas casi de la misma forma que el ying tiene al yang. Supongo, si es que es mucho suponer, que casi nadie era capaz de vivir sin la contraparte como quien necesita de las imperfecciones de la misma forma que la Sexta necesita de Intereconomia, los EEUU del terrorismo islámico y Dios del mismísimo Satán.

Cuando alguna de aquellas partes desaparece de una forma u otra existen maneras de pensar que siguen estando ahí, aunque sea cambiando de enemigo. Para ella mi ex se convirtió en todas las demás y las películas de Alemanes por los bosques de Cracovia se convirtieron en sangre de Alá en medio del desierto, que es un paisaje mucho más barato.

Ahora que no hay señores con pasamontañas y el brazo en alto blandiendo pistolas contra el dictador franquista el gobierno de nuestras españas ha decidido que si bien tener un buen montón de dinerazo oculto es proclive de recibir una amnistía, quedar a través de internet para defender lo que cualquiera pueda considerar defendible es posible que sea participar de una organización criminal, aunque lo hagas ciego de maria en las calles de Rasquera.

Da igual que quieras quejarte porque no estás de acuerdo con la dirección inquietante que van tomando los acontecimientos o porque creas que la dación en el pago es lo más justo para quienes se están quedando sin casa. Da igual que tu equipo de fútbol haya perdido la final con un penalty injusto en el último segundo o que quieras manifestarte por volver a encontrarla, reclamando el amor que perdiste detrás de una pancarta. Tu gobierno necesita un terrorista contra el que aplicar las leyes que satisfacen a sus votantes sedientos de vivir en el status del enemigo a las puertas.

Y algunos que han vivido siempre con la queja contínua sobre el gran poder castrante e insolidario de la dictadura de los demás aprovechan también algunos momentos para buscar a los grises entre los guardias urbanos, los falangistas entre los que llevan camisas azules y los aguiluchos en algunas banderas. Los que han aprendido a vivir con la certeza absurda de la maldad de la contraparte necesitan ver sus fantasmas en cada rincón. Son igual de gilipollas.

Es lo mismo que dicen algunos psicólogos sobre las relaciones humanas: cuando tus relaciones siempre han acabado mal vives esperando el momento en el que la última se termine.

Y ahora, polarizándonos como imanes cargados, cada vez más unos necesitan de los otros y los otros de los unos.

Y los Hunos eran unos bárbaros.

Y, de la misma forma que mi mayor enemigo siempre he sido yo mismo, nunca pude hacerla entender que su contraria era ella misma, a la que quise y odié casi como un fanático contemporáneo, que es de lo que va este post.(de fanáticos que necesitan a otros fanáticos)

(Hunos: Organización Criminal, según el nuevo gobierno. Nuevo gobierno: represión franquista, según los que viven en 1940)

(En el adelanto de los nuevo de Love Of Lesbian dicen: "huyamos hoy, antes de las 10. Si huímos hoy no enloqueceré)

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