Conozco a quien le dan tanto miedo las películas de miedo que es incapaz de poder dormir si se sienta a ver el principio de alguna o cae algún fotograma en su retina entre uno y otro golpe de zapping.
Se acurruca en su sofá debajo de la manta y abre un ojo con esa mirada infantil que no quiere ver lo que está en la pantalla pero no puede dejar de mirar.
Va tensando los músculos con esa predisposición al susto que tiene el cine de terror para intentar explotar con el sobresalto que llegará al aparecer el malo o la sangre sobre el sumidero de la ducha.
Entonces es cuando te dice que le gustan las películas en las que ganan los buenos y los protagonistas la terminan en un beso porque siempre te dejan mejor cuerpo las historias que acaban bien, aunque maten al malo.
Pero, aunque haga eso, no puede dejar de pensar en el ladrón rompiendo la puerta con un hacha. Se levanta dos veces a ver si el cerrojo está echado e intenta recordar continuamente la escena de amor del otro film.
Es como si no pudieras quitarte de a cabeza un solo brutal de Tom Morello y quisieras pensar en la paz maravillosa que te puede dar un merengoso clásico al estilo de All You Need is Love.
Creo que sobre eso va este video recopilatorio
Me gusta tu blog y parece que lo mueves bastante; además no moderas los comentarios por lo que puedes ver publicado casi al instante lo que has opinado. Se agradece.
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