Árabe, casada, puta y democrática

El el blog oficial del club de las esposas obedientes (para las buenas musulmanas) más o menos se viene a admitir como cierta la afirmación que dice que "Un hombre casado con una mujer que sea mejor que una prostituta de lujo en la cama no tendrá razón alguna para separarse".

Por otra parte explica con un aceptable número de detalles aquellas cosas que le ponen al árabe medio y que conseguirá de aquella relación marital sea estable mientras agarra a su marido por la correa invisible que es el sexo matrimonial.

Visto desde ese punto de vista no deja de parecerse a aquellos consejos que desde la HBO Sara Jessica Parker se dedicaba a dar a las mujeres modernas del mundo libre pero visto desde el punto de partida igualitario del hipócrita primer mundo son consejos que vienen a afirmar que no perderás a tu hombre si eres más zorra que una gallina después de ser fecundada por el mismísimo Alá.

Por mi parte, aunque tengo que admitir que soy un tipo muy raro, tengo la fea costumbre de hablar con mis compañeras de cama por lo que la mera demostración empírica y fáctica de exagerados comportamientos sexuales aunque me agrada lo tengo considerado como un punto secundario en la repetición del acto. Pero, lo reconozco, a la inmensa de la mayoría de las personas que conozco les gusta el sexo más que a un tonto un pirulí. Reconozco que, al igual que tú, tu vecino y tu vecina, alguna vez sufrimos de cierta querencia hacia aquella persona que sin ser LA persona nos hacía esas cositas en la cama que nos dejaban más relajados que dos horas de spa. Reconozco que quizá aquella mujer no me quería por lo mucho que la quise sino por sacar de ella más de un orgasmo cada vez.

En Japón, que es otra de esas sociedades culturalmente antagónicas a la nuestra, dicen que entre el 60% y el 70% de las parejas de más de 40 años no tienen sexo y, sin embargo, la industria del porno supone el 1% del PIB.

En el mundo árabe, que según la prensa está siendo democráticamente poseído por las ideas islamistas, ser moro y maricón es un problema pero parece que ser una pequeña zorrita en casa es moderno y molón.

Parece ser, que aquí es donde yo quería llegar, que aquella idea tan chula y tan guay de que los países árabes pudieran abrirse a la libertad popular que supone nuestro concepto de democracia no ha derivado en que las calles se llenen de copias occidentales a base de Burger Kings, Zaras , minifaldas y algún corrupto al abrigo de una u otra legislatura.

Parece ser que el uso de la democracia lleva a algunas sociedades a convertirse en algo muy diferente a lo que la misma democracia nos convirtió a nosotros. Viene a ser como si tu comunidad de vecinos decide, en junta, pintar la fachada de fucsia. Tienes que joderte porque la mayoría es la que manda si las normas se llaman democracia. Quizá la ventaja (allá por arabia) , si eres varón, es cierta satisfacción sexual. A mi, personalmente, por muy hábil que sea en la cama nunca me han gustado las mujeres con burka. Tengo cierta querencia hacia la tremenda dificultad que supone sentirse atraído por la mujer contemporánea occidental. Así me va.

Voy a ver si aprendo alguna que otra práctica sexual para que no se me escapen. Para eso se hizo el porno. Para lo otro, también.