Según el informe CISCO 2011 el 50 por ciento de los estudiantes universitarios y el 48 por ciento de los jóvenes profesionales españoles en activo (en torno a 20 años de edad) consideran Internet un recurso tan vital como el aire, el agua, la comida o la vivienda.
Da igual que sean de uno u otro pais, porque ya da igual desde donde te conectes, siempre y cuando lo hagas.
Así que me resulta extremadamente complicado explicarle a una niña de 13 años que existe un apasionante mundo ahí fuera, como en "Canción triste de Hill Street".
Tengo que sentarme a su lado y explicarle, como si fuera con manzanas, la teoría del caos aplicada al estado de su perfil de Tuenti. Como es lógico me remití al bucólico principio de El efecto Mariposa.
Le pregunté si recordaba aquella noticia que parece tan lejana del tsunami en Japón y aunque me dijo que sí me dio la absoluta sensación que afirmaba por no quedar mal, como cuando dice comprender el razonamiento de los ejercicios de matemáticas y luego no los vuelve a hacer sola. Le pregunté después si había leido que en Tailandia estaban, literamente, con el agua al cuello debido a unas inundaciones. Volvió a poner la misma cara. Le dije, entonces, si quería un tablet por navidad. Sonrió -sí- dijo con convicción. -¿Para qué?- pregunté. -No sé- dijo titubeando- para usarlo-. Recordé entonces la estadística con la que he iniciado el post.
-Tú sabes- le dije- que las fotos que haces con el móvil se almacenan en tarjetas de memoria pequeñas que metes por el lateral del teléfono. Pues bien. Para que esas tarjetas en las que te entran 7000 fotos de las que te haces delante del espejo del baño te valgan 9€ las tienen que hacer en algunos paises donde los que trabajan ganan bastante menos que tu madre. Los que han pensado las tarjetas se van a lugares lejanos, enseñan a unos niños que no tienen teléfono a fabricar pequeñas piezas y después las juntan, le ponen la marca que corresponda, lo meten en un barco, llega a Amsterdan, monta en un camión, va al almacén español y de ahí hasta la tienda. Pagas 9€ y haces fotos como una campeona. Además si hacen todas las tarjetas del mundo en un mismo sitio consiguen que sea más barato.- le expliqué siendo profundamente irónico sin hablar del mundo globalizado ni de las multinacionales que lo pueden casi todo.
-El problema está que cuando en uno de esos países por algún extraño motivo una de esas pequeñas piezas no se ensambla -dije haciendo un gesto de "pequeño" con los dedos- ya no hay tarjeta con la que hacerse fotos o los que tienen tarjetas deciden que ya no vale 9€ sino 20€.
-Así que hace unos meses hubo un tsunami en Japón y no pudieron hacer chips durante un tiempo, con lo que subieron de precio de algunas cosas o algunas directamente no había. Pero eso, aunque las tarjetas de 9€ se pusieron en 15€, parece que ya está solucionado porque ya están haciendo chips y ensamblando cámaras de fotos.
-Ahora resulta que los que hacen los discos duros donde se almacena la información en el ordenador están mayormente en Tailandia, y en Tailandia ha empezado a llover tanto que las fábricas también han tenido que parar. Han muerto más de 400 personas y más de un elefante. Y no pueden hacer discos duros para tu ordenador con lo que aquellos señores que tienen algún disco en Amsterdan dicen que en vez de pagar 60€ por él tienes que pagar 120€ o te esperas a que deje de llover y vuelvan a hacer las carreteras. Eso es lo que se llama especular.
Como es lógico todo esto se lo explicaba saltando con el google earth de un lado a otro del globo.
-Así que- intenté razonar -es más que probable que estas navidades no podamos comprarte la tablet porque va a ponerse bastante cara. Si ahora la que te gusta vale 500€, que ya es bastante dinero, puede que suba a 650€. Aparte de que, eso es verdad: no lo necesitas, tu madre no gana más que el año pasado.
Ella puso cara de pena y no precisamente por los elefantes ni por los muertos ni por la sensación de que nuestros caprichos penden del hilo de las casualidades atmosféricas o revolucionarias de otras partes del globo. Más tarde descubrí que había puesto en Facebook "mi tio dice que porque llueve no voy a tener una tablet". Lo acompañó de una carita de pena. Tenía varios "me gusta".
Es muy dificil intentar explicar cómo funciona el mundo comercial interconectado a alguien que considera que el aire, el agua e internet son bienes naturales intrínsecos al ser humano (y que tiene grabadas a fuego necesidades que su abuela no entiende y para ella son imposibles de explicar, como la sed).
Pd: este año la informática va a estar más cara que nunca por navidad.
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