Perseguida por su pasado

Primero se hizo llamar Rikki Anderson, y bajo ese nombre allá por sus 18 años hizo alguna que otra película porno. (Tight Ass). Después la vida cambió, ella hizo su carrera y se puso a dar clases en un instituto bajo el nombre de Tericka Dye .

De ahí fue expulsada exactamente por el mismo motivo que este año, bajo el nombre de Tera Myers: que uno de sus alumnos la reconoció en aquella película.

Nadie dice que fuera una mala profesora o que diera ejemplos con porno real como lo hicieron la semana pasada en una clase de psicología de la universidad de Chicago (a lo que yo no encuentro mayor problema) sino que su pasado pesa como una losa para que su vida tenga que ser afectada por ello, como si la redención fuera imposible.

En este mundo en el que nuestro pasado aparece sin problemas poniendo el nombre en cualquier buscador o que nuestras fotos (con o sin etiquetar) son prácticamente de libre acceso lo extraño es que no se nos pueda pillar en un renuncio, aunque sea un renuncio de los gordos.

Desafortunadamente parece que la moral, americana o de tu vecina, tiende a pensar que si un día te agarraste una chuza descomunal o te hicieron una foto besando a un perro lo sigues haciendo a diario, como si fuera tu máxima distracción o como si aún fueras esa persona descontrolada que fuiste una vez.
Tenemos dos problemas convergentes: nuestra moral cada día es más estrecha y nuestros errores ya no son anónimos ni perdonados.

Terminaremos siendo prófugos de nuestro pasado o se nos acabarán las posibilidades de cometer errores por si algún día queremos convertirnos en personas de bien.

Y sin errores no se aprende.

Pd: ¿me importaría que fuera la profesora de mis hijos?. No, siempre y cuando fuera una buena profesora, como es lógico. Conozco profesoras muy provocativas que son excelentes profesoras, y al revés aunque supongo que esto es como lo de "no me importa que mi hijo sea gay" hasta que va tu hijo y te lo dice.