29 de marzo de 2011

La envidia, ¿que mala es?

091 fue un excelente grupo granadino de los que yo siempre pensé que fueron poco reconocidos por hacer musica con categoría mientras, unos años antes, Peor Imposible habían tenido éxito afirmando que ninguno de sus componentes sabían tocar ningun intrumento (y Rosy De Palma, menos).

Su canción más conocida era "La vida que mala es" y yo siempre cantaba "La envidia que mala es"


Pues bien. Han publicado un artículo de aquellos que rellenan currículums de psicólogos con tiempo libre que afirma que la envidia resulta ser una motivación mucho mayor que la admiración. Será por eso por lo que yo soy un tipo envidioso.

Soy capaz de tener envidia de un tipo feliz paseando con su perro y de un albañil en paro que sonrie con la esperanza de que mañana será el mejor día de su vida. Soy capaz de envidiar a todos aquellos que tienen lo que yo creo que siempre me merecí y envidié con saña a un niño que era capaz de hacer girar tres pelotas de tenis a la vez mientras sonreía a las niñas de 5 años con la que jugábamos en verano. Así que me metí en mi casa y no salí de mi cuarto hasta que supe hacerlo porque estaba seriamente motivado (es cierto. Puedo jugar con tres naranjas, tres pelotas de tenis, tres balones de baloncesto o tres pen drive sin que se me caigan al suelo sin problema).

Tengo envidia de cada momento feliz que no soy capaz de encontrar dentro de mi, porque soy un paranoico que se empeña en vivir disfrazado de emo sin tener la edad. Envidio a los que tienen paraguas cuando yo me mojo como el patio de mi casa. Envidio a los altos en los conciertos. Envidio a las señoras mayores que son capaces de mirarme con desprecio en los pasos de cebra como retándome para ver si tengo el valor de atropellarlas cuando yo soy de los que aceleran el paso antes de que un coche me arrolle.

Así que se supone que soy un tipo muy motivado... ...que siempre se olvida de mirar a los ojos de los que me tienen envidia.

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