¿Nos viene bien un Egipto democrático?

De un tiempo a esta parte la mayoría de las personas de bien están aceptablemente contentas porque en Egipto se está intentando pasar de un régimen dictatorial (se mire por donde se mire) a una democracia al estilo moderno que entendemos por aqui.

Sin embargo mientras la mayoría se congratula de aquella movilización quizá no nos paramos a pensar la posibilidad de que aquel cambio no sea especialmente feliz ya que la democracia no supone comprar coches alemanes y zapatos italianos sino, por definición, dar el poder a los deseos populares de un pueblo soberano.

Siguiendo esa línea los señores de Hispalibertas (que son del tipo de derechas, pero de la vertiente razonada y quizá con el agravante de "yo soy más listo que tú") se han echo eco de una encuesta aparentemente elaborada sobre los habitantes de Egipto.

Los resultados son:

Un 59 % de los egipcios considera la democracia el mejor sistema
El 84% de los egipcios considera que la pena por apostasía, por abandonar el islam, debe ser la muerte
El 82% de los egipcios está a favor de que a las adúlteras se las castigue a bastonazos en público
El 77% de los egipcios creen que al ladrón hay que cortarle las manos
Un 54 % dice que mujeres y hombres no deben convivir en el mismo lugar de trabajo

Quizá ahora alguno ya no esté tan a favor de la democracia.

En realidad mi postura siempre está a favor de la decisión, acertada o no, que puedan adoptar los pueblos por mucho que el voto de cualquiera de las "Princesas de Barrio" que aparecen en el nuevo programa de la Sexta valga exactamente igual que el mio, que sé leer. Lo que también es verdad es que una cosa es lo que pueda ser mejor para los demás y otra la que pueda ser mejor para nosotros y quizá el cambio a un régimen, por muy democrático que sea, que ampare a un grupo de señoras con Burka que vayan inmolándose por las estaciones de tren europeas no nos venga especialmente bien y estar untando al dictador nos haya servido de muro para esa invasión radical que nos viene por aquella zona.

Porque también he admitido casi siempre que para mantener nuestra manera de vivir existen cosas muy desagradables que hace nuestro sistema para que yo pueda pagarme los zapatos y a algunos ilusionados demócratas e idealistas que conozco se les olvida.