Ironías de telefilm real

Nos encantan las historias que acaban bien. Preferimos 33 mineros chilenos sanos que 21 mineros bolivianos muertos.

A Diane Potts, de 44 años, que encontró un mensaje en su contestador, tambien.

El mensaje, que venía de un soldado británico destinado en Afganistan con números de teléfono mal anotados, iba destinado a su novia. "Nunca te olvides de que te amo con todo mi corazón y te quiero preguntar -no respondas, obviamente no puedes responder- pero ¿te casarías conmigo?"- decía en el mensaje en el que no se identificaba.

Diane se puso en contacto con el ejército británico y están buscando a dicho soldado en el frente desde el que, según comentaba en el mismo mensaje, no iba a poder llamar en tres semanas.

Supongo que lo que sucede es que a todos nos gustan más las historias bonitas que un montón de cadáveres sobre los arcenes de Afganistan. Y a la opinión pública británica le importa que ese soldado se case mucho más que los afganos que haya matado "defendiendo" la libertad.

Son, supongo, ironías de la vida y la muerte que conviven en nuestro extraño mundo que parece un mal telefilm de sobremesa que tiene de protagonistas a una novia sola embarazada que espera la vuelta de su hombre que está en el frente. Alguno estará redactando el guión y pondrá antes de los títulos de crédito: basado en hechos reales.

Quizá termine con una versión modernizada de "Ps: I love you", de los Beatles.

(Me recuerda a aquella historia del tipo que creó un video para su novia pero en vez de enviárselo lo dejó en la red para que le llegara, que es también una historia muy merengona con final feliz.)