9 de octubre de 2010

Si bebes no uses el móvil.

Un grupo de científicos de Cambridge han publicado que han desarrollado con éxito un móvil capaz de interpretar las emociones humanas gracias a sensores y software de reconocimiento de voz.

No creo que con ello sean capaces de erradicar el gran daño que suponen esas llamadas o esos sms a altas horas de la madrugada que realizas sin ningún pudor ni respeto por tu propia integridad mental o sentimental.

Cuando el teléfono estaba en casa sujeto con unos buenos tirafondos a la pared ninguno nos abalanzábamos sobre él al llegar al hogar para dejar constancia de nuestra infantil manera de añorar a quien estuviera al otro lado porque nos recorría un escalofrío de pudor pensar que quien iba a coger la llamada era el rabioso padre de nuestro objeto de deseo. Además dejar ver cómo el disco se retorcía sobre sí mismo era una tortura superior a nuestras fuerzas.

Ahora llegas y das al botón de rellamada, revisas el correo, dejas un mensaje sin conexión o das a la tecla de "redactar".


Las compañías de teléfono y nuestra capacidad de tropezar continuamente en las mismas piedras es lo único que sale ganando con esas llamadas, esos sms o simplemente con nuestros ojos vidriosos de la última cerveza caminando dirección a casa pensando en hacer o no esa llamada o en su defecto una cobarde llamada perdida.

Ya lo dicen por ahí: si bebes, no uses el móvil. (o mándame un sms). Yo lo hice antes que tú.

1 comentario:

  1. Yo no estoy de acuerdo, la gente tiene derecho a aprender de sus propios errores, un sms a las tantas de la madrugada enseña a no gastar mas bateria de la necesaria y a quien lo recibe le enseña a saber con quien está andando y asi poder elegir mejor sus relacciones, eso, entre otras cosas. Me niego rotundamente.

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