RATM vs Mediocridad musical

Algunos, al igual que tú y que yo, estamos más que hartos de ese grupo de cantamañanas absurdos producto de televisión que se intentan hacer un hueco entre los discos más vendidos a base de versionear temas facilones y que llevan a sus espaldas las campañas mediáticas de algún programa llamado Operación Triunfo o Factor X.

Sin embargo arrasan en las audiencias, quizá porque nadie se atreve, en televisión, a apostar por fórmulas nuevas.

En UK la masa mayoritaria se ha cansado de ello y ha decidido que no sea, una vez más, número 1 en ventas navideñas el ganador del programa de turno. Así que el tipejo que ha tildado de pésimos a Rage Against the Machine (grupo más que interesante que lleva haciendo música desde que la mayoría de estos participantes cantaban en el coro de su escuela) y ha ganado factor X se ha presentado con desparpajo a las listas intentando reventarlo todo con una versión de una canción de Miley Cyrus, alias Hanna Montana.

La movilización popular ha sido determinante y han decidido comprar en masa un single de 1992 titulado Killing in the name, de RATM, apabullando en ventas con 200.000 copias en dos días simplemente para que ese indeseable advenedizo (e inculto) musical (porque puede que no te guste RATM, pero es no te exime de reconocer su valía) no se hiciera con un inmerecido número 1 (además versioneando a una mediatica y mediocre muchachita de cándida mirada).

Quizá después de esto los ejecutivos de ventas descubran que no se puede imponer un superventas.

O quizá, como ambos productos los distribuye Sony, alguien se está frotando las manos y haciendo hueco para la cartera. Al menos no es el rey de ningún pollo frito.