El currículum anónimo. El politico con foto

Se está implantando en Francia, como manera de luchar contra la discriminación laboral, el currículum anónimo.

Esto es: un currículum donde no figure una foto, ni tu sexo , ni tu raza, ni tu color de piel, ni tu religión.

Visto así es una idea excelente para que nadie prejuzgue a otros por factores ajenos a su mera preparación laboral.

De la misma manera un pajarillo me contó una vez que los exámenes en algún país supuestamente más moderno son también anónimos para que el profesor no tenga una idea preconcebida del rendimiento del alumno y así puntuarle en consecuencia. Visto así también es una idea excelente.

Pero yo recuerdo un mal día que tuve en segundo de carrera con cierto examen de química y cómo mi profesor me llamó a su despacho y me dijo que no entendía el motivo por el que yo, que era uno de sus alumnos favoritos (por este desparpajo verbal que me acompaña) había realizado tan paupérrimo examen.

También entiendo que si algún empresario busca una actriz para hacer un anuncio o un dependiente con algo de glamour necesite ver su foto.

Considero igualmente que si tienes la poca fortuna de llevar el mantenimiento de la sede de la organización para la salvaguarda de los valores arios en la España profunda no será una buena idea contratar a un muchacho de color para mantener a ese cliente infame del que necesitas cobrar para comer. O si, por poner un ejemplo, buscas celadores para el corredor de hombres agresores sexuales de la carcel más cercana, probablemente necesites a un tipo bien macho y bien fuertote.

Así que también tiene sus malos aspectos porque existen casos en los que conocer esos datos resulta necesario.

Cuando los políticos hagan campañas poniendo únicamente sus ideas y sus capacidades sin jugar a poner su cara sonriente en folletos vacíos de contenido quizá podré inclinarme hacia el curriculum anónimo.

Por ahora sólo me parece una cortina legalmente cubierta de humo y además sé que ningún político es capaz de presentarse ante nadie sin ningún artefacto publicitario, mucho menos poniendo sus ideas y sus virtudes sobre un papel en blanco. Quedaría bastante vacío y si estuviera lleno más de uno dejaría de leerlo porque desafortunadamente la política y la telebasura tienen demasiadas similitudes. (Muchos votan igual que ven la tele: quedándose el canal en el que más se grita)