Harto de diferencias

Sigo sin entender la "sectorizacion" que se hace de determinadas noticias como justificando que la pertenencia o simpatía hacia uno u otro sector, tendencia, raza, tribu o sexo es un eximente o una justificacion de los males que nos acechan.

Josué Estebanez ha pasado de ser un asesino a ser un asesino nazi (que debe de ser mucho peor) de la misma forma que los que matan a sus mujeres son mucho peores porque aparte de asesinos son machistas. Conozco quien afirma que cuando no es elegido para un trabajo alega que le pasa porque es gay. Conozco quien mantiene que una excusa válida para no pagar las deudas que tiene con mi empresa (de 150€) es porque es inmigrante.

Cuando los asesinos (me da igual la procedencia) de ETA mataron a dos sudamericanos en la terminal de barajas los titulares decían "Inmigrante muerto en Barajas" como si esa diferencia le supusiese ser un muerto de mayor o menor calidad.

Quizá existe la idea social de la necesidad de ser puta, negro, marica, moro, sudaca o mujer para ser un poco más que los demás o que papá estado, en su proteccionismo absoluto, se preocupe por tí. Eso es uno de los mayores logros de esas ideas que consideran que hacen algún bien discriminando positivamente a alguien por su sexo o procedencia como una forma de equilibrar la desequilibrada balanza social y sin embargo el truco está en que todos funcionemos como iguales porque si no es así va a terminar siendo pecado ser heterosexual, autóctono, blanco, trabajador y hombre.

Porque en este país con casi un 20% de funcionarios y casi un 20% de parados los demás parecemos los culpables y si no somos "diferentes", más. (Aparte de descubrir que ahora, según el cartel, soy imbécil)