23 de septiembre de 2009

El PIF: producto interior feliz.

Sarkozy, ese francés bajito de gran nariz y estupenda mujer ha pedido cambiar los sistemas de medición del PIB porque no da un parámetro de felicidad ya que tener más o menos coches no quiere decir que seamos más o menos felices.

Sorprendentemente Coca Cola, esa compañia de bebida no espirituosa (se considera bebida espirituosa a quella con contenido alcohólico procedente de la destilación de materias primas agrícolas como uva, cereales, caña o fruta) dispone del instituto Coca Cola para la felicidad el cual, año tras año, elabora un pueril por su trabajo estadístico (según estudiosos de los de verdad) pero a la sazón informe sobre la felicidad entre los españoles. Así tenemos el informe 2008 y el recientemente publicado del 2009.

Como siempre, y haciendo caso a la sabiduría popular, los elementos investigados son los de la canción : la amor, la salud y el dinero.

Después, sobre todo en el informe 2008, aborda las relaciones personales, el sexo, el trabajo, el tipo de ocio, la religión (asociacionismo en general) y el aspecto físico. Como es lógico aquellos que afirman tener más sexo, más satisfactorio, mejor trabajo, más dinero, más amigos y además se ven bien en el espejo son, casualmente, los denominados más felices.

Y además España resulta ser uno de los paises más felices del mundo (lo cual no pongo en duda)

Uno de los científicos que firman este "estudio", el gran Eduard Punset, aborda la felicidad desde varios aspectos en su blog. Curiosamente afirma en uno de sus últimos artículos que los españoles tenemos ciertos elementos particulares respecto del resto de los europeos probablemente heredados de los años de ostracismo que vivimos durante la dictadura y que nos hacen valorar nuestra felicidad obviando el gran valor que tienen las cosas pequeñas de la vida (gran error popular español). También analiza, en otro, cómo el ser humano es capaz de poner una barrera entre la mierda que le rodea y su propia integridad feliz aunque no puede evitar afirmar que las diferentes decisiones políticas de los gobiernos afectan a la bondad que percibimos de nosotros mismos.

En definitiva, que por mucho que nos empeñemos en vivir "la chispa de la vida" como si todo fuera el pais de la piruleta y más allá de la campaña de marketing que intenta asociar en nuestro cerebro una bebida con la felicidad bajo la excusa de un "riguroso" estudio científico la realidad está en que la felicidad sigue siendo un misterio que nunca hemos sabido entender porque, probablemente, hay tantos tipos de felicidad como personas pero, eso es verdad, más allá de los dineros ese debería ser nuestro objetivo global al fin y al cabo yo no quiero pasta, quiero ser feliz.

Y Sarkozy es feliz, de eso no tengo duda.

3 comentarios:

  1. Hola,

    Me acabo de enterar de que me reseñaste allá por Julio en La Vanguardia y en ese momento no me enteré pero te lo agradezco muchísimo.

    Un saludo.

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  2. LA FELICIDAD???
    PERO SI YA HACE TIEMPO QUE NOS CONTARON QUE ES UNA ENTELEQUIA...
    EL CIELO DE LOS AGNÓTICOS!!!
    Y EL AMOR NOS HACE FÉLICES????
    QUE ALGUIÉN ME LO EXPLIQUE!!!

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  3. Yo creo que la felicidad sólo está al alcance de los burros ignorantes.
    Los demás tenemos que inventarnos algo para justificarnos.
    Salu2

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