27 de enero de 2009

La vida quirúrgica

Mi abuela, ya fallecida, decía que con Franco, entre otras cosas, no había maricas. Tampoco había pobres ni rateros ni terroristas. Y se murió pensando eso mismo. ¿Por qué lo pensaba? Porque no salían en la tele.

Al final resulta que consideramos que la vida al estar ubicada, producto de la globalización, más allá de nuestra cotidianeidad, se compone de los elementos que los medios ponen ante nuestros ojos.

Los coches son fantásticos, unicamente hay violencia de genero machista, Obama es el gran héroe americano, las israelíes son los malos a las 15h00 (en el telediario) y los buenos a las 22h00 en la peli de alemanes, los matrimonios discuten siendo ella una arpía y él un "homer" cualquiera, los adolescentes son retrasadillos pero guapos y sonrientes y solamente hay muertos en las imágenes del tercer mundo.

Más o menos se puede decir que actualmente la sociedad hace lo mismo que con Franco: tapar la verdad.

La diferencia es que antes era porque sí (y por Dios y por Es-pa-ña) y ahora es por el bien general.

Cuando la televisión americana accedió a no dar las imágenes de los sesos de los brokers estrellados contra el suelo de las torres gemelas es probablemente cuando se dió el paso definitivo hacia la sociedad quirúrgica en la que vamos a terminar viviendo.

¿Hasta qué punto es bueno esta censura admitida?

Cierto es que no es grato la visión de los cuerpos mutilados de un atentado terrorista o las heridas purulentas de un leproso. Pero esa es la verdad.

La verdad es que la gente mata, roba y destroza a gente. La verdad es que las heridas supuran y las parejas discuten, se engañan, se separan, vuelven, desaparecen y follan como bellacos en el suelo del cuarto de baño o en medio de un descampado a media tarde de verano.

La verdad es esa porque también se juega, en este mundo mediatizado, a la relación quirúrgica.

Linda evangelista, y a mi me costo asumirlo, también caga.

Y me duele la cabeza y carraspeo por las mañanas. Y ronco un poco y me gusta que me quieran y se esfuercen por mi todos los días como yo quiero esforzarme. Y sé que puedo perder. También sé que puedo ganar. Sé que existe el tabaco, los gays, las drogas, el alcohol, que saltar desde un edificio esparce mis sesos en el asfalto, que hay ladrones y buena gente, que Obama será más de los mismo y que en la tele no ponen más que la parte de realidad que interesa cuando interesa...

Yo no quiero vivir en la vida quirúrgica.

2 comentarios:

  1. Diossssssssss, acabo de ver el video, espero que tu abuela no se pareciera a esta, me da miedo....

    Pues tú asumirás lo de Linda, pero mi Miguel Bosé no caga y lo demuestra su cada vez más grande barriga...

    Y evidentemente los medios de comuncicación, como nosotros, solo muestran el lado que les beneficia de alguna forma. Supongo que tú, la primera vez que conoces a alguien no le comentas que roncas, eso con suerte, lo descubrirá ella sola después de haber visto solo la parte que le quisiste mostrar (y no me refiero a ninguna parte de tu anatomía).

    Por dios deja ya de hacerme sentir mayorrr...naaa, me encantan los links de hoy y solo puedo decir una cosa...kit te necesito

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  2. Jué con la abuela y la demencia senil. Hasta se cree lo que dice!

    Lo de la abuela es anecdótico, sin embargo lo de los muchachotes que pasaban por detrás inquietante.

    Estoy completamente de acuerdo de que hay mucha gente para la que la TV es el oráculo. Lo que sale en ella existe y lo que no sale, no existe.

    Falta criterio, pero es que la propia TV lo deshace, embrutece.

    Me ha encantado tu post.

    Salu2

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