1 de febrero de 2009

La deflación sentimental

Ultimamente, como hay que quejarse por algo, se empieza a hablar de la deflación. En resumidas cuentas la deflación se da cuando la percepción general es la bajada de precios y la gente empieza a no gastar porque "ya bajará más". Nadie vende, el dinero no se mueve y si no hay movimiento, no hay alegría.

Existen fases de la vida en las que la deflación es sentimental. Me explico. Te sientas en tu casa, delante de un pequeño post, viendo como llueve fuera y piensas "ya llegará". Nadie viene, la testosterona no se mueve y si no hay movimiento, no hay alegría.

Sin embargo en otras épocas de bonanza, alegría y desenfreno, en definitiva: los momentos inflacionarios de la economía o del ego, no era consciente de la dificultad creciente para la consecución de un bien. Da igual si fuera una lechuga en el mercado o un abrazo sobre (para, por, según, sin, tras) la colcha.

No dejan de ser similitudes o maneras de explicar, como lo hacía Coco, los conceptos básicos de la vida

Agrandamos entonces nuestro vocabulario donde ya residía:
Prevaricación: cuando una autoridad ejerce una resolución a sabiendas de que es injusta
Demagogia: estrategia que consiste en apelar a sentimientos para ganar el apoyo popular
Zangolotino: Dícese de un muchacho grandullón que hace cosas propias de un niño.

Pd: deflación en el minuto 6,45 del video (es sonrosado)

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