el plagio de los estados de ánimo musicales

Decia John Cousak en "Alta Fidelidad": "Escuchaba música pop porque estaba deprimido o estaba deprimido por escuchar música pop". Puede ser una disyuntiva válida.

Hoy publican en El Pais un estudio de un tal Adrian North, diciendo que los aficionados a la música clásica y el jazz son creativos; los amantes del pop trabajadores y, a pesar de los esterotipos, los fans del heavy metal tienen un carácter suave.

Ahora mismo, en esta época convulsa de crisis se supone que vamos a vivir un momento de pop feliz para compensar las miserias del día a día, "musica requetechachi" que incluso ha tenido su primer exito catalogado como "porno pop" aunque sea Katy Perry diciendo que ha besado a una chica. (Vuelvo a insistir en que lo que ahora es "contracultural" es una nimiedad comparado con lo que vivimos en los 80 "voy a tener un bebe le enseñaré a vivir de la prostitución...")

Aunque algunos se empeñen en insistir en la "maldad" de las estrellas del pop creo que si que es verdad que cualquier tiempo pasado fué mucho más cruento y divertido porque ahora cada vez que suena algo nuevo siempre alguien habla de plagio (Jovanotti a Alejandro Sanz , Colplay a Alizee e incluso Bunbury en su nuevo disco) (gracias Rock&Blog)

Dicen que (curioso link) nuestra memoria espontánea, aquella que te hace recordar cosas que desconocías que se escondía en tu cabeza, está unida a recuerdos impactantes. A mi realmente no me impactó la música discotequera, pero parece que viene. Creo que porque nuestra sociedad es sabia y prefiere cantar cosas felices mientras pasan estos tiempos revueltos. O porque nos impactaron los 90.

También podemos hacer una de olimpiadas (que se gastaron 80.000 preservativos entre los 16.000 atletas, 5 por cabeza). Follando no te da tiempo a pensar en la crisis, eso es verdad.