6 de mayo de 2008

cartas al director: acordes y desacuerdos.

Luis (hola Luis) dixit:
Podríamos pensar al ver el título, que este es una crítica de la película dirigida por Woody Allen, pero no es esta mi intención. Creo que el titulo de Woody es perfecto para describir la situación que tanto Yo como mi socio padecemos en la actualidad. Sinceramente pienso que estamos perdiendo el norte, Ayuntamiento, vecindad y estamentos municipales. Me explico; pienso que toda persona tiene derecho a desempeñar su actividad laboral de forma decente y esta debiera ser en unas condiciones humanas y totalmente sanas, cosa que gracias a ciertos vecinos y la permisibilidad de ayuntamiento en estos momentos no ocurre.
Obligar a un establecimiento hostelero "Mi bar" a permanecer todo el día cerrado sin una vía de ventilación al exterior me hace pensar que se está cometiendo algún tipo de aberración por parte de alguien. Que este local debe estar siempre así, alegando para ella el RUIDO que origina su clientela nos parece de igual modo aberrante e inhumano.
La vigilancia exhaustiva y desmedida por parte del ayuntamiento (tres coches patrulla y más de seis agentes municipales) un día festivo y a las diez de la noche desde luego no es de recibo.
Alguien no hace mucho en una conversación sobre este tema comento: si los locales hosteleros céntricos de Bilbao como la granja, iruña, por citar algunos de tantos inundan nuestras aceras de clientes y a vosotros que realizamos la misma actividad nos lo prohiben, creo que a eso se le llama prevaricación.
Perdonen señores míos pero la prevaricación es un delito que consiste en que una autoridad, juez u otro funcionario público dicte una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial, a sabiendas que dicha resolución es injusta. Está sancionada por el Derecho penal, que busca la protección tanto del ciudadano como de la propia Administración. Dicho esto pienso que nuestros acordes no son tales pero los desacuerdos por desgracia cada día son más.
PD: Obviamente este escrito no sirve para nada, pero necesitaba desahogarme.

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